Se conoce como microbiota al conjunto de microorganismos que conviven de manera simbiótica en nuestro tracto intestinal. Estos microorganismos pueden ser bacterias, hongos o levaduras y dentro de esta variedad, algunos confieren un beneficio a la salud de las personas.

Cuando una microbiota mantiene un equilibrio entre sus microorganismos patógenos y sus microorganismos benéficos, se puede decir que es una microbiota saludable. La importancia de cuidar la salud de la microbiota reside en la prevención de los malestares digestivos.

Los malestares digestivos como sensación de inflamación, gases, tránsito lento, ruido, etc. pueden dificultar la realización de nuestras actividades diarias. Por ejemplo, podemos llegar a sentirnos cansados o con poco ánimo como consecuencia de un malestar, así que lo mejor es disminuir su frecuencia mediante el cuidado de la salud de la microbiota.

Para tener una microbiota saludable se recomienda consumir alimentos con probióticos como el yoghurt, y encurtidos, hacer ejercicio (30 minutos al día es una excelente forma para comenzar), mantener hábitos saludables, evitar el tabaco y el alcohol, tomar agua simple, así como los horarios y formas en que comemos, entre otras opciones.

La suma de los cuidados antes mencionados puede ayudar a mejorar la salud de la microbiota y, por lo tanto, a disminuir la frecuencia de ciertos malestares digestivos que pueden impedir el desarrollo pleno de nuestra personalidad.