Hoy en día, basta con navegar un rato por Instagram para presenciar un desfile de celebridades e influencers que disfrutan de las mejores marcas y productos de alimentos que fomentan la alimentación saludable y el wellness en general. Lo malo viene cuando buscas estas recomendaciones y el precio resulta ser bastante más elevado de lo que entra en tu presupuesto. La realidad es que el bienestar no es bienestar si no es sostenible. Tampoco se trata de que le hagas un hoyo a tu cartera para comer bien.
Para ser honestos, no hay una definición concreta. La etiqueta de "superfood" o “superalimento” es más un concepto de marketing, no un término precisamente científico. Un alimento de esta categoría se describe como cualquiera que contenga altos niveles de antioxidantes, flavonoides, vitaminas y minerales.
Los beneficios para la salud que resultan de este tipo de comida se han comprobado con estudios hechos con nutrientes esenciales específicos (conocidos por prevenir enfermedades y mejorar el sistema inmune). Otro aspecto en el que coinciden los llamados superalimentos es en su alta concentración de vitamina C, K y B.
Cada vez que surge una nueva investigación que informa acerca los beneficios para la salud de alguna comida en especial, los medios se encargan de publicar noticias al respecto. En 2014, los agricultores dedicados al cultivo de kale batallaron para satisfacer la demanda de su producto. Por esta razón, muchos supermercados se quedan sin stock.
Los medios tienen una gran influencia sobre los consumidores, mismos que cada vez son más y más conscientes de las ventajas de consumir productos orgánicos y saludables. A raíz de esto, no es una sorpresa que las tiendas aprovechen esta situación para subir los precios drásticamente.
Además, algunos de estos estudios pueden ser engañosos. El hecho de que los arándanos tengan antioxidantes no quiere decir que tengas que comerlos todos los días para mantener una salud vibrante.
Con información de The Chalkboard