Como dice el viejo dicho: “una manzana al día, del médico te libraría”. Además de ser u dicho popular muy conocido, esta frase es un sabio consejo, porque esta fruta brinda el 20% del valor diario recomendado de fibra dietética requerida, 8% de vitamina C antioxidante y 7% del potasio diario, todo por tan solo 130 calorías, ¡sin grasas, sin sodio y sin colesterol! Todo esto la convierte en una súper fruta.

Es uno de los frutos más poderosos por la cantidad de nutrientes que posee, además tiene propiedades diuréticas importantes. En este sentido, es un alimento rico y ligero que puede aportar grandes beneficios a la salud, y una de las razones es su cáscara, pues es donde se concentran la mayor parte de sus cualidades.

Esta parte de la manzana contiene una gran cantidad de fibra, la cual favorece la sensación de saciedad y podría ayudar a nivelar la glucosa en la sangre. Pero eso no es todo, pues al concentrar antioxidantes también podría ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y a recuperar tus músculos después de hacer ejercicio.

La mejor manera de disfrutar de una manzana es, literalmente, a mordidas, con todo y su cáscara. Sin embargo, a veces, para preparar ciertas recetas o para la papilla del bebé, es necesario pelarlas, pero en esas ocasiones no debes desechar la cáscara, sino que puedes aprovecharla de otras formas y aquí tienes algunas ideas.

Enriquece tus licuados: Las mañanas pueden ser muy complicadas por las prisas de llegar al trabajo o comenzar con las actividades diarias, por lo que muchas personas se saltan el desayuno. Esto puede resolverse con un licuado que contenga cáscara de manzana. De esta manera, tendrás la energía y fibra necesarias para arrancar el día mientras cuidas tu salud de manera integral.

Decora tus ensaladas: El verano es una de las épocas más calurosas del año, por eso se antoja comer más platillos frescos. La mejor opción es tu ensalada favorita, coronada con tiras finas de cáscara de manzana; con ella no sólo añadirás color, textura y sabor, sino que también podrías favorecer tu tránsito intestinal.

Té de cáscara de manzana con canela: Por la tarde noche, tras acabar las actividades del día, siempre es bueno tomar un tiempo para relajarte y consentirte. La mejor forma de hacerlo es con un té, y si es con cáscara de manzana, ¡mucho mejor!, porque fortalece el sistema inmunológico, favorece la salud cardiovascular y mantiene los niveles de azúcar en la sangre. Sólo tienes que poner a hervir unos minutos la cáscara de manzana con un trozo de canela en rama y disfrutarlo caliente o frío.

Las manzanas frescas y enteras ofrecen la mayor cantidad de nutrientes. Desechar la piel elimina gran parte de la fibra, por ello lo ideal es consumirlas enteras, pero, si por alguna razón tuviste que pelarlas, recuerda: ¡no deseches la cáscara! Puedes aprovecharla de otras formas, y si no la ocupas toda, puedes usarla como abono para tus plantas o agregarla a la composta.

Con información de Manzanas Washington