Todas las personas debemos mantener una alimentación balanceada que nos otorgue el justo equilibrio de vitaminas, minerales, proteínas y energéticos. A veces es complicado obtener la aportación adecuada de éstos mediante los alimentos y cuando esto sucede, la mejor opción es incluir suplementos en la dieta. Los suplementos se clasifican según sus funciones:
Suplementos que aportan valor calórico a la dieta
Son suplementos que concentran en sus fórmulas un balance adecuado de vitaminas, minerales, carbohidratos y proteínas.
Suplementos que mejoran la digestión y absorción de nutrimentos
Por lo general son polvos o cápsulas que proveen enzimas digestivas, hierbas o fibra.
Suplementos que mejoran el metabolismo
Pueden ser complejos de aminoácidos, hierbas anabólicas, vitaminas, minerales, antioxidantes, creatina o suplementos hidratantes que actúan a nivel celular.
Suplementos de liberación hormonal
Tienen acción (directa o indirecta) en la liberación o depresión de hormonas anabólicas o catabólicas. Por lo general, se trata de minerales aislados como zinc y de aminoácidos o proteínas que se suministran de forma independiente.
Además de ayudar a complementar la obtención de las vitaminas, minerales, proteínas y energéticos que el cuerpo necesita para sus funciones diarias, los suplementos ayudan a cualquier persona a mejorar su alimentación en general. Lo recomendable es acudir con un nutriólogo que pueda evaluar nuestra dieta y determinar si tenemos una carencia en algún aspecto específico y así saber qué tipo de suplemento podríamos necesitar.
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