No sé si ocurra igual con ustedes pero por lo menos en mi casa, muchas de las reglas se relajan durante las vacaciones: los horarios, las comidas, el tiempo de TV, etc. Para mí es muy importante que mis hijos pasen tiempo con sus amigos, tíos, abuelos, etc. haciendo cosas divertidas y diferentes aun cuando sé que no van a comer súper sano.
Por eso, el regreso a clases siempre es una buena forma de ponernos en orden y planear. Aquí les escribo algunos tips que a mí me han servido con mis niños:
- Hablar con ellos. Los niños son muy inteligentes y entienden perfecto las cosas. Es importante explicarles los beneficios de un estilo de vida saludable y dejarlos dar algunas ideas de cómo mejorar la alimentación ahora que terminan las vacaciones.
- Planear juntos el lunch. El fin de semana tomen 10 minutos para hacer menús saludables para el lunch (mitad verduras y frutas, ¼ proteínas y ¼ de cereales). Si ellos eligen junto con ustedes será más fácil que lo coman.
- En casa, yo soy responsable de lo que hay de comer y ellos son responsables de cuánto comer. Mi obligación es darles alimentos saludables y variados, pero ellos deben aprender a autoregularse y saber hasta dónde es suficiente. Si se saltan una comida no se van a morir de hambre. Y si quieren un poco más, lo que obtienen son más verduras o una fruta.
- Los niños comen lo que los adultos comen. No hay dos menús. Una sola comida para todos. ¡Ah! y tampoco se vale sustituir (como no te gusta la sopa de espinaca, te doy de fideo). “Si no te gusta no pasa nada pero no lo puedo cambiar”.
- En casa tomamos agua. Desayunamos, comemos y cenamos con agua simple. Dejemos las bebidas azucaradas para cuando no estamos en la casa.
- Cocinamos juntos una vez a la semana. Es importante que los niños estén presentes en el proceso de cocinar ayuden. Puede ser el desayuno del domingo o una cena de viernes. Los niños aman cocinar y si lo hacen se animan a probar más cosas. Además de los beneficios de la convivencia familiar.
- La hora de la comida es divertida. Es el momento ideal para platicar, para reír, para contarles (y que nos cuenten) de su día. Para planear la fiesta del siguiente cumpleaños, para contar chistes. Dejemos los regaños y las peleas para otro momento.
- Ser flexible y disfrutar. Está bien de seguir ciertas reglas, pero la comida debe ser un placer y también hay momentos en que podemos ser flexibles. Al final, tampoco es saludable vivir preocupados todo el tiempo por lo que comemos.