Congelar comida es una actividad bastante común. Algunos prefieren hacerlo para conseguir que sus alimentos duren por más tiempo; por ejemplo, preparar un platillo y congelarlo para comerlo después. Otros prefieren congelar los alimentos para poder comprar ingredientes en grandes cantidades sin tener que cocinarlos pronto, y otros simplemente disfrutan de la oferta de comida congelada que se encuentra en el mercado.
Sin embargo, existen algunas personas que creen que la comida congelada pierde sus propiedades, sobre todo al momento de descongelarla. Para aclarar este mito acudimos con una experta, la licenciada Goreti Gastaldi Quintero, nutrióloga clínica de Doctoralia.
De acuerdo con la experta en nutrición, la comida congelada no pierde sus propiedades. Si acaso, el problema de pérdida de nutrientes de los alimentos puede estar más relacionado con el método de preparación de la comida.
Por ejemplo, si se utiliza el microondas para descongelar los vegetales, se pierden casi el 100% de sus propiedades. Sin embargo, esto sólo ocurre en el caso de los vegetales en el microondas; por eso, lo recomendable es descongelar los vegetales dejando la porción que se va a utilizar en un recipiente dentro del refrigerador durante toda la noche. Así se descongela de manera natural y paulatina y las propiedades no se pierden.
Además, en el caso de los vegetales, lo recomendable es cocinarlos al vapor para que puedan preservar todavía más sus propiedades naturales.
En el caso del pollo, la carne, la fruta y los demás productos que no sean vegetales, no hay problema si se congela y descongela la comida de cualquier manera, pues no pierden sus propiedades como los vegetales en el microondas. No obstante, la recomendación también es que se descongelen en el refrigerador, pues ello mejora la calidad de los alimentos.
Por otro lado, la cantidad y calidad de propiedades que los alimentos mantengan también dependerá del método de preparación de los mismos. Por eso es recomendable encontrar las recetas más saludables y evitar preparaciones fritas, capeadas o empanizadas, ya que pueden provocar malestares digestivos e incluso problemas de salud.
Este texto es parte de una serie que comenzó aclarando el mito "¿los lácteos hacen daño al estómago?". Puedes consultarlo aquí.