A nadie le gustan las mentiras, sin importar si éstas llevan detrás una “buena intención”. Descubrir que te han mentido es algo que genera sensaciones de molestia, tristeza, decepción, enojo y frustración.
Así, suele volverse importante encontrar herramientas que ayuden a atrapar a un mentiroso en el acto, como las señales de sus movimientos corporales.
Y aunque los expertos en lenguaje corporal consideran que mentir es una de las expresiones más difíciles de leer, existen algunos rasgos que te pueden ayudar a “leer” a una persona mentirosa a través de su lenguaje no verbal.
A diferencia de ciertas señales del lenguaje corporal que son compartidas por la mayoría de las personas (como las expresiones faciales que denotan las distintas emociones), en realidad no existe una señal universal para mentir.
Los gestos reveladores de la mentira pueden variar mucho de una persona a otra, así que la mejor manera de saber si alguien miente es analizar sus movimientos y expresiones de referencia.
Cuando observas detenidamente a una persona, puedes llegar a saber cómo suele actuar normalmente, cuando se encuentra en una situación en la que no tiene que mentir. Para llegar a ese punto, puedes recurrir a hacerle a esa persona preguntas estándar o iniciar conversaciones que no justifiquen una mentira, como:
Durante esas charlas casuales, mientras evalúas el comportamiento inicial de tu interlocutor, presta atención a cómo se mueve. Fíjate en especial en el movimiento de los ojos: ¿mantiene su mirada en ti mientras habla, mira hacia la derecha o hacia abajo?
También presta atención a la voz, a su tono, volumen e intención. ¿Se trata de una voz animada o tranquila, suave o fuerte? Este tipo de aspectos te ayudarán a dar con el patrón de comportamiento normal de la persona, cuando no hay alguna emoción dominante en su actuar.
Después de tener una idea de la línea de base en el comportamiento habitual de alguien, es más fácil notar cuando cambia su actitud y los rasgos de su lenguaje corporal.
Así, puedes sacar en la conversación el tema sobre el cual crees que esa persona miente y prestar mucha atención a esos cambios sutiles que pueden darse en caso de que en verdad mienta al respecto.
Por ejemplo: si normalmente mira hacia la derecha mientras habla, fíjate si de repente hace contacto visual directo; o lo contrario, si suele mirarte a los ojos al hablar, observa si baja o desvía la mirada.
Esto es importante porque la creencia de que los mentirosos no hacen contacto visual directo es falsa, ya que muchos, precisamente para tener credibilidad, lo hacen incluso con mayor insistencia al mentir; pero si notas un comportamiento distinto al habitual, éste sí puede dar indicios sobre la mentira.
Cuando alguien miente, a menudo se calla hacia el final de una oración; es como si sus palabras se desvanecieran. Cuando notes que eso pasa, no digas nada, sólo espera en silencio y mira a la persona.
Generalmente, los que mienten suelen usar calificadores para “vestir” sus palabras y hacer que suenen más creíbles. Si no lo hace y no trata de embellecer su historia, puede que no sea mentira; pero si lo hace, cuidado, puede que no todo lo que cuente sea cierto.
Al igual que con cualquier lenguaje corporal, como cruzar los brazos o sonreír, el mensaje puede malinterpretarse. Incluso si crees que alguien te miente, no seas acusador desde el principio, pues sólo lograrás que la persona en cuestión se enoje o se ponga a la defensiva.
Acusar a alguien de mentir cuando no lo hace puede ser doloroso para ambos. Por ello es importante analizar cada detalle y abrir la puerta a una conversación honesta si es necesario.
Lo mejor es seguir los pasos ya mencionados de observar con atención y comparar los comportamientos al hablar de temas triviales y del tema relacionado con la posible mentira.
Más allá de juzgar a la persona o crear conflictos con ella, detectar a un mentiroso te puede ayudar a saber hacia dónde quieres llevar esa relación, si vale la pena seguir con ella, si es necesario confrontarla y aclarar los puntos relacionados con las mentiras o si es mejor poner distancia de por medio y evitar los enfrentamientos.
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