Cada persona es diferente y cada una tiene una historia de vida distinta, por lo tanto, no todos se comportan de forma saludable en sus relaciones y existen personas tóxicas que forman relaciones tóxicas.

 

Uno de los comportamientos tóxicos más comunes se dan cuando uno de los miembros de la relación, sea ésta del tipo que sea, manipula al otro para que actúe según su modo y conveniencia.

 

Las siguientes son cuatro señales que indican un comportamiento manipulador, para que prestes atención si los identificas en las personas con las que interactúas cotidianamente y sepas cómo responder ante ellos; o bien, para que empieces a trabajar en sanarlos si es que los encuentras en ti. 

 

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1. Gaslighting

Es una forma de abuso psicológico y emocional en el que una persona hace que otra cuestione su propia cordura, sus recuerdos o su percepción de la realidad. Es un método para obtener control sobre el otro y funciona al romper la confianza de esa persona en sí misma y, al mismo tiempo, aumentar su confianza y dependencia respecto a la persona controladora o manipuladora.

 

Si te suelen decir cosas como: “Estás equivocado, nunca recuerdas las cosas correctamente”; “Estás imaginando cosas. Eso nunca ocurrió”; "Deja de reaccionar exageradamente"; "Eres demasiado sensible", entre otras con significados similares que anulan tu sentir y ponen en duda tu percepción de las cosas, es casi seguro que estés ante una situación de manipulación por gaslighting. 

 

Respuestas saludables ante el gaslighting: 

- “No discutiré contigo lo que sé que pasó ni lo que siento al respecto; mis sentimientos son válidos”

- “Sé lo que es real; esta es mi verdad y es válida”

- “Tienes derecho a tener una opinión distorsionada de mí, pero sé quién soy y qué es real”

 

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2. Desvío de la culpa y la responsabilidad

El desvío de la culpa y la responsabilidad es una táctica utilizada por personas manipuladoras para quitarse de encima cualquier atención y discusión relevante de ellos mismos y colocarla en el otro.

 

La usan para hacerte dudar de si tus sentimientos son válidos y te culpan por causar un problema. Así, el manipulador se libera a sí mismo de su propia responsabilidad en la situación, colocándola en ti, de modo que logra mantener el control que quiere.

 

El desvío de la culpa suele incluir frases como:

- “No puedo ganar contigo; nunca nada es lo suficientemente bueno para ti”.

- "Si eres tan infeliz conmigo, ¿por qué no te vas?"

- “Debido a que nunca estás satisfecho con nada de lo que hago, no veo el punto de intentarlo”.

- "Si actuaras correctamente, no tendría que enojarme contigo".

 

Respuesta saludable ante este comportamiento:

- “Tu esfuerzo por culparme por las mismas preocupaciones que estoy compartiendo contigo sobre tu comportamiento es manipulador. No estoy jugando este juego contigo y me niego a que me faltes al respeto”.

 

 

3. Triangulación

La triangulación es cuando una persona tóxica o manipuladora trae a una tercera persona a su relación para mantener el control. El objetivo es dividir y conquistar o hacer que las personas se enfrenten entre sí, a través de lo que popularmente se conoce como "amarrar navajas", inventando chismes y esparciendo rumores que hacen dudar y desconfiar a los demás de ti o a ti de ellos.

 

La triangulación puede incluir frases como:

- “Eres mucho más difícil que (persona a la que se involucra para triangular); él/ella nunca se mete en problemas”. 

- “Mi ex todavía me busca y él/ella sí accedía a lo que tú no quieres hacer; creo que fue un error haber terminado esa relación”.

- “Tal persona me dijo que está molesta contigo y piensa que eres egoísta”. 

 

Respuestas saludables ante la triangulación:

- “No tienes por qué compararme con otros. Soy alguien diferente y actúo de la mejor forma posible, según mis valores y convicciones”.

- “No me gusta que me pongan en medio y preferiría no saber nada de esto”.

- “Creo que tener una conversación directa con esa persona para aclarar las cosas sería lo mejor. Por favor, déjame fuera de chismes y rumores”.

 

4. Jugar el papel de víctima

Asumir el papel de víctima es una forma de echar la culpa a los demás. Al presentarse a sí mismas como inocentes e indefensas, las personas tóxicas, narcisistas y manipuladoras pueden ganarse la simpatía y el apoyo de los demás, mientras desvían la responsabilidad de sus propias acciones.

 

Cuando alguien se hace la víctima, pareciera que siempre hay algo mal en su vida, pues constantemente se quejan de sus situaciones y de la mala suerte que tienen. Si les hablas de algo que te preocupa, buscando apoyo, siempre le darán un giro a la conversación para enfocarla en sus propios problemas, dejando de lado lo que te sucede a ti. Además, suelen argumentar que su supuesto sufrimiento les da derecho a actuar de manera inaceptable para los demás, o que deberían recibir un trato preferencial debido a su victimización.

 

Respuestas saludables ante este comportamiento:

- “Porque nuestra relación es importante para mí, debo decirte que seguir quejándote y sintiendo lástima por ti mismo no te ayudará a solucionar nada, así que sólo hablaré contigo sobre esto si estás dispuesto a buscar y discutir soluciones”.

- “¿Sabes? He notado que en todas las situaciones de las que me has hablado, el denominador común eres tú; mi recomendación es que analices las cosas y reflexiones sobre cuál es tu papel en la situación, para así poder hacer un cambio positivo y encontrar una solución a tus problemas”.

 

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Es importante que aprendas a darte cuenta de que no todas las personas tienen buenas intenciones ni actúan desde el corazón, sino que algunas pueden actuar como si te valoraran, pero en realidad solo valoran cómo las haces sentir o lo que haces por ellas.

 

Si detectas a personas manipuladoras en los diferentes entornos en los que te desenvuelves, procura no caer en sus juegos y aclara cualquier cosa que te digan antes de actuar en consecuencia. Mantén un equilibrio saludable, establece límites con esas personas, evita las conversaciones si sientes que se tornan tóxicas y aléjate de cualquiera que intente enfrentarte a alguien más. 

 

Es cierto que no puedes controlar la forma en que los demás se comportan, pero puedes controlar cómo respondes ante lo que dicen o hacen. Al saber cómo detectar los comportamientos manipuladores y cómo responder ante ellos, estarás mejor equipado para cuidar tu propia paz y protegerte contra las personas tóxicas que no tienen las mejores intenciones hacia ti.