Cuando estás en una relación con alguien a quien amas y que se supone que te ama, lo menos que esperas es que algo como la manipulación ocurra entre ustedes. Pero, lamentablemente, es algo muy común en las relaciones de todo tipo, y se da de forma especial en las de pareja.
¿Has escuchado hablar del término gaslighting? Se trata de un tipo de abuso emocional en el que la víctima es manipulada hasta el punto de hacerla dudar de su propia percepción, cordura o memoria, con lo que puede llegar a sentirse ansiosa, confundida y abrumada, además de creer que el manipulador tiene razón, mientras que ella es quien está mal y percibe las cosas de forma distorsionada.
El nombre de este patrón de abuso se usa en el ámbito de la psicología, no tiene una traducción precisa al español y proviene de la película Gaslight (George Cukor, 1944), en la que un hombre manipula a su esposa para que ella crea que se ha vuelto loca y así poder quedarse con su fortuna.
En las relaciones, el gaslighting suele ser aplicado inconscientemente para mantener el control sobre otra persona. Puede ocurrir en parejas, familias, amistades e incluso en lugares de trabajo, y a menudo es un signo de una relación abusiva.
Los manipuladores suelen usar el gaslighting para tener ventaja sobre su víctima y así evitar la responsabilidad de sus actos y palabras. Esto lo logran al hacer creer a la víctima que ellos tienen la razón y están en en lo “correcto”, mientras que la otra persona está mal y percibe las cosas de forma “incorrecta”.
Si te sientes identificado con algo de lo que hasta ahora se ha mencionado, las siguientes señales te pueden ayudar a saber si estás en una relación afectada por este tipo de manipulación; ya sea que te encuentres en el papel de víctima o manipulador, reconocerlo te ayudará a empezar a buscar una solución para así tener relaciones más saludables y plenas, tanto para ti como para la otra u otras personas involucradas.
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Cuando mencionas una inquietud o compartes tus sentimientos con esa persona con la que mantienes algún tipo de relación, es posible que te convenza de que eres tú quien está equivocado. En el contexto de una relación sana, el otro debería escuchar tus preocupaciones y brindarles atención para encontrar soluciones.
Si la otra persona (sea tu pareja, familiar, amigo o compañero) hace cosas que te molestan, hieren o hacen sentir mal, pero siempre logra minimizar tus emociones al respecto e incluso revirar la situación para hacerte sentir que exageras o que quien reacciona mal eres tú, es un signo innegable de gaslighting.
Para esto, suelen usar frases como: "Eres demasiado sensible", "No tienes por qué sentirte así", "Exageras las cosas", "Yo no hice/dije nada malo, tú lo malinterpretas", etcétera. Incluso, algunos manipuladores negarán que sucedieron los hechos que te afectan.
Cada relación tiene sus desafíos y, a veces, eso significa enfrentar tus propios comportamientos. Sin embargo, cuando tu realidad se distorsiona hasta el punto en que sientes que has perdido el control de tus acciones y de tu sentir, es una señal importante de gaslighting.
Lo más destructivo de este tipo de manipulación es que dificulta la confianza en ti mismo y te hace dudar todo el tiempo de ti, de lo que crees, percibes y sientes. Así que, si en esa relación constantemente te preguntas si en realidad no serás tú quien está mal, empiezas a cuestionar e invalidar tus sentimientos y emociones y terminas por disculparte por tu reacción aunque la otra persona sea la que actuó mal contra ti, es un hecho que enfrentas gaslighting.
Cuando surge una diferencia o discusión con esa persona, es posible que sientas que constantemente te interrumpe y no te permite explicar tu punto de vista. Esto lo hacen con el fin de mantener el control y evadir su responsabilidad, al no permitirte externar lo que piensas y sientes. Así, después puede darle la vuelta a las cosas para dejar la culpa en ti.
Si le haces saber a esa persona que sus palabras, actitudes o comportamientos te hieren y te causan dolor y no suele dar muestras de empatía ni mucho menos arrepentimiento, eso es una señal de alerta.
En los casos de manipulación por gaslighting, lo que suele pasar es que esa persona no se mostrará empática ni se disculpará, sino que hará todo lo posible para convencerte de que tu sentir es erróneo, que no deberías sentirte así porque “es sólo una exageración tuya” o porque “no aguantas una broma”.
Esto sólo significa que el manipulador no está dispuesto a responsabilizarse por sus acciones y con su actitud sólo logra hacer que te agotes al tratar de explicar y justificar tus sentimientos, para al final sea él quien determine si son válidos o no.
Si notas que la otra persona nunca asume la responsabilidad por sus errores sino que siempre busca culparte a ti, al entorno, las circunstancias o a alguien más, puede que se trate de un manipulador por gaslighting.
Una de las estrategias de estos manipuladores cuando se les encara por sus fallas es cambiar de inmediato el tema a algo que tú hayas hecho en el pasado, en lugar de abordar lo que ellos han hecho ahora. Además, como ya se mencionó en puntos anteriores, recurrirán a decirte que no es para tanto, que sólo eres “demasiado sensible” o “exageras las cosas”.
Después de lidiar un tiempo con el gaslighting, puedes llegar a dudar tanto de ti que empiezas a creer que no haces lo suficiente para que esa relación, sea del tipo que sea, funcione.
En este punto, el manipulador ha negado y minimizado tanto tu sentir, y te ha culpado tantas veces por lo que en realidad él hace, que te ha hecho dudar de ti, de tus sentimientos y de tu actuar en la relación. Esto te puede llevar a cuestionarte si eres o no lo suficientemente bueno como pareja, hijo, padre, amigo, compañero, etcétera.
Lo peor del gaslighting es que los actos de manipulaciòn son tan sutiles y están tan normalizados que es difícil detectarlos. Por eso es tan fácil que los manipuladores logren hacer que su culpa recaiga en ti; y también por eso suele ser tan complicado que las víctimas se den cuenta de lo que pasa y salgan de esas relaciones destructivas.
Ten presente que en una relación sana, las personas involucradas cometerán errores y ambos se disculparán cuando se equivoquen. Si es unilateral todo el tiempo, es una indicación de que la dinámica de la relación está organizada en torno a temas de poder y control.
Una relación que ha sido invadida por la manipulación por gaslight puede llegar al punto en que compartir cualquiera de tus pensamientos o sentimientos se vuelve increíblemente difícil de hacer.
Si la idea de plantear una inquietud, molestia o desacuerdo comienza a hacer que te sientas culpable, e incluso te da temor y prefieres evitar hacerlo, es una clara señal de alerta de que eres víctima de gaslighting.
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