Durante un divorcio, muchas emociones se ven involucradas. Es natural que entre los padres surjan tantos pensamientos y sensaciones que de pronto se envuelvan demasiado en sí mismos y olviden que en una separación siempre están otras personas involucradas. Por ejemplo, los hijos.
Por eso, Tamara Afifi –experta en comunicación familiar de la Universidad UC Santa Barbara– invita a reflexionar sobre las formas en que un divorcio afecta a los hijos y de qué forma se puede ayudar a superarlo.
Todo comenzó cuando Afifi investigaba los efectos del divorcio en los niños y se dio cuenta de que éstos manifestaban problemas de estrés, como dolor de estómago y poca concentración, además de episodios de depresión, ansiedad y conductas agresivas. Ante un panorama que mostraba a niños angustiados por el divorcio Tamara quiso comprender qué era lo que más preocupaba a los hijos, y encontró que era la angustia de tener que elegir entre sus dos padres.
Cuando un niño ve a sus padres pelear constantemente sentirá una incomodidad que se volverá una disonancia cognitiva, ante la cual sentirá la necesidad de inclinarse por una de las partes y sentir mayor empatía hacia el padre o hacia la madre. El problema de este mecanismo tan común es que con el paso del tiempo el niño tendrá problemas para restablecer la relación con el padre o la madre, dependiendo del lado que no haya elegido.
Esto ocurre siempre que los padres pelean constantemente. De hecho, si los padres pelean y no se separan, los hijos tenderán a elegir un lado y tendrán los mismos problemas para restablecer la relación con el otro, pero además tendrán problemas para relacionarse por sí mismos, según muestran los estudios de Afifi.
La investigación de la experta en comunicación familiar medía la cantidad de cortisol presente en la saliva de los niños cuando hablaban de la separación de sus padres. Los hijos que recibieron cariño, apoyo y comprensión durante el divorcio mostraron índices más bajos y menos duraderos de cortisol que aquellos que presenciaron muchas peleas y sintieron que debían elegir entre sus padres.
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¿Qué tipo de conductas hacen que los hijos se sientan confundidos entre sus dos padres? Por ejemplo, que un padre o una madre le cuente a su hijo los problemas que tiene con su pareja en vez de decírselo a un amigo, o que los padres envíen mensajes el uno al otro mediante sus hijos en vez de comunicarse entre ellos.
Entonces, ¿qué deben hacer los padres para ayudar a un hijo a sobrevivir su divorcio? Primero explicar y después escuchar. Lo ideal es ser claros y comprensivos, darles el tiempo suficiente para que se sientan cómodos con los hechos y explicar lo que está sucediendo. También es importante ser amable con la pareja incluso si hay problemas, para que el niño no quiera tomar postura (excepto en los casos en los que el padre fue agresivo o abusó de los hijos; entonces debe marcarse distancia para que el niño no piense que eso está bien), y por último, se recomienda invitar al hijo a encontrar apoyo en sus amigos o sus grupos en la escuela, lo mismo que los padres. Todas las partes necesitarán compartir su experiencia, y lo ideal es hacerlo en lugares neutros. Sin embargo, lo más importante de todo es que los hijos sepan que son amados y que siempre podrán contar con sus padres.
Pese a la normalización que existe en torno al divorcio, los efectos de una separación siguen siendo difíciles e impactantes. No debemos ignorar las consecuencias de una decisión como esta, pues sus efectos repercuten en muchas personas y a muchos niveles. Cuando algo no funciona, lo mejor que podemos hacer es encontrar las maneras más saludables y empáticas de terminar con lo que nos hace daño, procurando la comprensión de todos los involucrados.