Al hablar de amor, la mayoría de las veces, la primera relación que surge en la mente con ese concepto es el amor de pareja, el amor romántico. Pero en realidad el concepto de amor es mucho más amplio y abarca otro tipo de relaciones, incluso la que mantienes contigo mismo.

 

En general, se pueden definir dos tipos principales de amor: amor apasionado (el amor romántico, que involucra atracción y deseo sexual) y el apego o amor compasivo (que puede darse entre padres e hijos, parejas románticas a largo plazo y otras relaciones profundamente vinculadas, como las amistosas).

 

Así, el amor que sientes por un amigo, familiar, tu pareja o tú mismo, son cosas claramente diferentes, e incluso en el amor romántico existen varios tipos y niveles. 

 

Con base en esas distintas formas de amar, los griegos crearon ocho palabras diferentes para definir los tipos de amor que se experimentan más comúnmente a lo largo de la vida, los cuales pueden surgir a veces de forma independiente, pero muchas veces también se combinan.

 

Eros (amor apasionado)

Tiene que ver con el romance, la pasión y la atracción. Aquí se encuentran las emociones intensas que surgen al inicio de las relaciones románticas, es decir, en la etapa del enamoramiento. 

 

Muchas veces, las relaciones se quedan en esta etapa, pues cuando el furor termina, no hay una evolución hacia el amor duradero y los miembros de la pareja se separan para ir en busca de esas emociones excitantes con alguien nuevo.

 

Pragma (amor duradero)

Es un tipo de amor que se puede definir como práctico, ya que, entre otras cosas, se basa en el deber, el compromiso y la practicidad. Es el tipo de amor que surge en las relaciones duraderas, aquellas que logran crear lazos más fuertes para seguir unidas cuando el amor apasionado se desvanece. 

 

Para florecer y perdurar, este amor requiere un compromiso mutuo. Además, suele ser una elección consciente y refleja el tipo de amor que tarda años en desarrollarse a través de la vinculación y las experiencias compartidas. 

 

Ludus (amor juguetón)

Este tipo de amor suele presentarse antes de que una relación inicie formalmente. Surge cuando existe atracción y afinidad entre dos personas, cuando flirtean, se cortejan e inician el proceso del enamoramiento. A menudo implica reír, bromear y sentirse embobado con una persona. Es muy infantil en ese sentido, aunque ciertamente puede evolucionar.

 

Este tipo de amor no siempre evoluciona a una relación como tal, muchas veces queda ahí, en el juego del coqueteo y la chispa de emoción, entusiasmo y alegría que éste le da a la vida. Así que no está mal disfrutar de él cuando aparece, sin expectativas, simplemente dejarlo ser y fluir.

 

Ágape (amor universal)

El ágape es un amor desinteresado, como el que se puede asociar con quienes realizan obras humanitarias, altruistas o de caridad, que dan lo mejor de sí, sin esperar recibir nada a cambio. 

 

Se trata de un amor compasivo para todos, también conocido como bondad amorosa universal. Es el amor que se siente por todos los seres vivos, es muy puro y consciente, y es lo que se suele llamar amor incondicional, pues se da sólo por el gusto de hacerlo, sin obtener nada de regreso más que la satisfacción de haber ayudado a quien lo necesitaba.

 

Philia (amistad profunda)

Se dice que los amigos son como la familia que se elige, y precisamente este tipo de amor es el que define ese tipo de relación, basada en lazos fuertes y duraderos, en el cariño, la comprensión, la confianza y la complicidad que se desarrollan en una amistad profunda a través del tiempo. 

 

Para cultivar este amor procura pasar tiempo de calidad con tus amigos más cercanos, permítete mostrarte vulnerable con ellos y no dejes de hacerles saber y demostrarles lo mucho que significan para ti.

 

Filautia (amor propio)

Este amor tiene que ver con el amor propio y la autocompasión. Y a fin de cuentas, como una base para vivir cualquiera de los otros tipos de amor, primero es necesario amarse a uno mismo. 

 

El amor propio es importante para tu propia confianza y autoestima, y ​​también influye en la manera en la que interactúas con el mundo. Más amor a uno mismo equivale a más amor para ofrecer. Después de todo, no se puede sacar agua de un pozo vacío. 

 

Storge (amor familiar)

Este es el amor compartido entre miembros de la familia (por lo general, familiares inmediatos) y, a veces, amigos cercanos de la familia o amigos desde la infancia. Se diferencia de la filia en que se ve reforzada por la sangre, los primeros recuerdos y la familiaridad. Se trata de un amor compasivo, protector y que está profundamente arraigado en la memoria.

 

Manía (amor obsesivo)

Si bien se puede argumentar que esto no es realmente "amor", los griegos tenían una palabra para el amor "obsesivo": manía. 

 

Es lo que se puede definir como una relación tóxica o codependiente, donde generalmente hay un desequilibrio de afecto que hace que una persona se apegue demasiado a otra. Se caracteriza por ser posesivo y codependiente, así como por la inseguridad de quienes están involucrados.  

 

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