La relación con tus padres es el primer vínculo que tienes en tu vida. La forma en la que se preocupan por ti (o no) cuando eres un bebé, ya no tiene el mismo impacto cuando te conviertes en adulto, pero lidiar con ellos puede volverse un caos emocional, desde la frustración hasta la alegría o el tormento.
Ya sea que tus padres sean simplemente molestos en su falta de límites o que tengan un trastorno de personalidad definido clínicamente, hay buenas noticias: con un poco de ayuda, podrás cambiar la dinámica de tu relación para mejor. Los siguientes consejos de tres psicólogos expertos te pueden ayudar en ese proceso.
En su libro Hijos adultos de padres emocionalmente inmaduros, la psicóloga Lindsay Gibson dice que hay cuatro tipos diferentes de padres emocionalmente inmaduros:
"Cuando me viene a la mente la paternidad emocionalmente inmadura, pienso en el padre que sobrepaternaliza al niño", dice Fran Walfish, una psicoterapeuta familiar y de relaciones que vive en Beverly Hills.
Hay mensajes que los padres envían de que es el niño quien debe preocuparse por el cuidado y el bienestar de los padres.
En el espectro más suave de los problemas, es posible que tus padres simplemente no respeten los límites o no reconozcan que eres un adulto independiente. Puede haber un problema completamente diferente que tengas con tus padres -que son humanos, después de todo- pero algunos de los consejos que siguen pueden aplicarse para lidiar con ellos.
La psicóloga Dana Dorfman dice que los pacientes acuden a ella con problemas románticos o de relaciones laborales, y muchas veces descubren a sus padres como la raíz de sus problemas. La buena noticia es que esta comprensión por sí sola ayuda mucho, especialmente si tienes algún tipo de apoyo.
"Creo que la autoconciencia es la mejor puerta de escape", dice Dorfman. Y agrega:
Cuanto más conscientes seas, mejor preparado estarás para tomar decisiones conscientes sobre la forma en que quieres interactuar o comportarte en las relaciones. Muchas veces, trabajar y procesar los sentimientos con un profesional puede ser muy útil porque no actuarás desde un lugar emocional, sino desde un lugar intelectual.
Este conocimiento no sólo ayuda a tus otras relaciones, sino que también puede restablecer tus expectativas de interacciones con tus padres.
"Una vez que sabes cuáles fueron las fuerzas en tu vida, ya no estás moldeado por ellas", señala Dorfman. "Si no te das cuenta de que tus padres son narcisistas, vas a volver a ellos y pensar que van a ser empáticos o amables o que te van a escuchar. Pero una vez que te das cuenta, eres libre".
Reflexionar sobre cómo te afectó la inestabilidad emocional o la necesidad de tus padres también puede arrojar luz sobre las decisiones que tomaste en la adultez. ¿Elegiste inadvertidamente una carrera que haría que tu madre se sintiera orgullosa pero que no te hace feliz?
"Muchos niños de padres emocionalmente inmaduros hacen un gran esfuerzo para ser exitosos y tener un buen desempeño para complacer a sus padres", dice Walfish. "O tratan de entretener a los padres con cantos, bailes, humor, atletismo, gimnasia, teatro... todas esas cosas".
Nada de esto es una luz verde para confrontar a tu mamá o papá ahora. Lo que probablemente sea más productivo es que tengas en mente tus nuevas revelaciones la próxima vez que interactúes con ellos.
"La belleza de ser adulto es que ya no dependes de tus padres para sobrevivir", dice Dorfman. "Puedes delinear los límites que funcionan para ti".
Si tienes padres difíciles, como adulto, eres libre de amarlos sin que necesariamente te gusten, y puedes recurrir a otras personas para satisfacer las necesidades emocionales que no fueron satisfechas en tu infancia.
"Puede ser increíblemente útil desarrollar relaciones con compañeros o mentores o personas mayores que puedan satisfacer la necesidad específica que tienes", apunta Dorfman.
Sin embargo, Dorfman advierte que no se debe cargar a una sola persona con esa responsabilidad: "A veces existe la fantasía poco realista de que una persona corregirá todos los males de tu vida anterior, cuando, de hecho, tener a diferentes personas en tu vida que puedan satisfacer ciertas necesidades y que estén felices de hacerlo es genial".
Puedes buscar en los adultos mayores, como los padres de tus amigos, maestros, entrenadores, jefes o líderes religiosos. Para tus necesidades emocionales, piensa en contarle a tus amigos más cercanos y a tu pareja lo que has pasado con tus padres y cómo sientes que te ha afectado.
Con información de Greatist