El ser humano tiene la necesidad de sentirse deseado, y nuestra cultura ha construido la idea de bienestar sobre la base de que una relación amorosa de pareja es la clave de la felicidad. Por ello, no es extraño que nos obsesione tanto lograr hacernos deseables y atractivos. Esto incluso ha llegado al punto de ser estudiado por la ciencia, la biología y la psicología.
Eric Barker, blogger del sitio Baka de suyo, que se dedica a recopilar estudios científicos interesantes, ha escrito un interesante metaanálisis sobre qué es lo que hace a una persona sexy o atractiva y le permite enamorar a los demás.
Tanto los hombres como las mujeres se sienten atraídos por un buen sentido del humor. En el caso de las mujeres, éstas tienden a elegir a hombres que las hacen reír. Narcisistas o no, los hombres prefieren mujeres que se ríen de sus bromas. El humor, por otro lado, es un predictor de alta inteligencia. El investigador Gil Greengross incluso mantiene que el humor ha evolucionado como un mecanismo de selección sexual que da una señal de inteligencia para una posible descendencia.
Esta es una cosa curiosa: un estudio citado por Barker revela que cuando una persona sabe que le parece atractiva a otra, esto hace que sea más fácil enamorarse. De hecho, el 90% de los individuos dijeron que, en su experiencia de enamoramiento, un factor decisivo fue saber que le gustaban al otro. En gran medida esto parece sugerir un enorme miedo al rechazo y a la vez un gran deseo de pertenecer, de sentirse deseado. Así que nunca subestimes el poder que tiene simplemente decirle a alguien que te gusta.
Esto puede ser infalible si se combina con la famosa técnica de "hacerse el difícil". Otro estudio mostró que los mejores resultados de una cita suelen ocurrir entre aquellas personas que dan la impresión de que no se enamoran fácilmente de alguien pero que, en esta ocasión, la persona involucrada les parece sumamente especial. Es decir, hacer pensar a otro que tú eres alguien muy difícil de conquistar, pero que en este caso te sientes inusualmente atraído, es el más alto predictor de éxito, puesto que combina el deseo de ser deseado con la noción de ser especial. Hoy en día, todos quieren ser "especiales".
Si lo que te interesa es entablar una conexión profunda que posiblemente lleve al amor, no debes perder el tiempo en hablar de pequeñeces. El psicólogo Arthur Aron ha investigado sobre la importancia que tiene la información altamente personal y emocional en formar lazos profundos e incluso ha diseñado un cuestionario especializado de 36 preguntas que permiten a dos individuos enamorarse o, al menos, crear un nivel de profunda intimidad en una sola sentada. Diversas sesiones de estas 36 preguntas de 45 minutos revelaron una sensación de cercanía superior a cualquier otra relación en el 30% de los participantes.
Aquí hay dos estilos. Si lo que quieres es ser atractivo sexualmente, las personas con una personalidad discordante, que no hacen concesiones solamente por ser amables y demás son consideradas sexy y suelen tener más parejas sexuales (el "no" es sexy). Por otro lado, los individuos comprensivos, con personalidades que buscan estar de acuerdo con la otra persona y no crear fricción, suelen ser mejores para un matrimonio o para tener hijos.
Eric Barker señala que "en realidad no nos enamoramos de una persona, nos enamoramos de cómo nos hace sentir cuando estamos con ella" y de cómo la recordamos. Es decir, no nos enamoramos de alguien de manera estrictamente racional, a partir de los puros hechos de lo que es, puesto que siempre mezclamos emociones y sentimientos en nuestros juicios.
Esto ha sido demostrado en investigaciones que revelan que vivir experiencias extremas o altamente estimulantes con una persona hace que ésta nos parezca más atractiva; es decir, asociamos la excitación de la experiencia con el individuo.
Esto puede ser utilizado para revivir relaciones; por ejemplo, invitar a una persona a una sesión de paracaídas o algo que realmente le guste y la emocione, puede hacer que asocie esas emociones con nosotros, y de esta manera procese la relación como más excitante.