La infidelidad es un tema complicado y algo que se debe hablar entre las dos personas afectadas. Pero, si tú sabes que engañan a tu amigo o amiga, ¿deberías decírselo?

Tú conoces bien a esa persona que es tu amiga, así que para empezar, puedes tratar de ponerte en su lugar y pensar como crees que lo haría para decidir si esa verdad es algo que estaría dispuesta a saber y enfrentar o no. Además, reflexiona sobre lo que tú preferirías en una situación así, ¿desearías que un amigo te dijera la verdad o preferirías que callara?

De alguna manera, es posible que tu amigo a amiga ya tenga ciertas sospechas sobre la infidelidad de su pareja, pero no cuente con la evidencia para apoyarlas.

Si sabes de verdad, con toda certeza que su pareja lo o la engaña, confía en tus instintos y encuentra la manera correcta de hablarlo. No se trata de simplemente herir los sentimientos de la otra persona, tienes que hacerlo desde un lado de compasión y empatía. Sobre todo porque es un tema que podría cambiar el rumbo de su vida.

Si decides hablar con tu amigo o amiga al respecto, lo ideal es hacerlo en un lugar neutral, como una cafetería, para evitar que su pareja llegue de pronto o, si tiene hijos, que ellos escuchen lo que vas a decirle. 

Luego, con tranquilidad y sin dramatizar de más o darle tono de chisme a la información, dile claramente lo que en verdad sabes (no lo que supones o sospechas) y cómo lo sabes. Dale todos los detalles y evidencias que tengas, para que pueda usarlos como argumento cuando confronte a su pareja, si es que decide hacerlo. 

Sobre la identidad de la persona con quien su pareja lo a la engaña, sólo vale la pena revelar su identidad si es alguien cercano o conocido, con quien sería mejor que pusiera distancia. Y en cuanto a tu anonimato, puedes pedirle que no le diga a su pareja cómo se enteró de su infidelidad; o si no te importa que su pareja lo sepa, omite este punto.

Ten la apertura de responder a todas las preguntas y dudas que tenga sobre lo que le dices. Mantente objetivo en la información que proporcionas, hazlo sin juzgar ni a su pareja ni su relación, y sólo si te lo pide, emite tu opinión o brinda algún consejo. 

Haz todo lo posible por que tu amigo o amiga mantenga la calma y también mantenla tú; pero si en su enojo y frustración resulta que te ataca o se molesta contigo por decirle, lo mejor es dejar el tema y retirarte para evitar una discusión que termine por distanciarlos a ustedes. Pero déjale claro que puede contar contigo y que le darás tu apoyo para lo que decida y lo que necesite. 

Una vez que hayas hablado con la persona, aléjate del tema. No te metas en las decisiones que deba o no tomar, pues tú ya hiciste tu parte al informarle lo que ocurre y ahora es cuestión de la pareja decidir qué harán.