Cuando comienzas una relación, lo único que quieres hacer es pasar el mayor tiempo posible con esa persona y crear momentos inolvidables juntos. Lo malo llega cuando dejas tus propios gustos, pasatiempos y todo lo que quieres hacer tú por dedicar todo tu tiempo disponible a esa nueva persona.
Las relaciones más sanas son aquellas en donde los dos individuos pueden ser interdependientes. Generar un apego sano con esa persona es importante para no establecer un apego que llegue a la codependencia, porque eso no te llevará a nada bueno.
Lo primero que tienes que hacer para romper y sanar de este tipo de dinámica es entender lo que te pasa. ¿De qué lado de la moneda estás?
¿Tu estado de ánimo, felicidad o sentido del yo están definidos por la otra persona? Por ejemplo, ¿estás inquebrantablemente deprimido en los días en que tu pareja, familiar o amigo están de mal humor?
A la inversa, tal vez tengas problemas para confiar en los demás, lo que se manifiesta en una necesidad imperiosa de control, y comúnmente digas cosas como: "Necesito que hagas esto ahora".
O tal vez te sientes totalmente responsable de las acciones enfermizas de tu pareja, por lo que te encuentras repetidamente sacándola de situaciones desfavorables.
Algunas características de los individuos codependientes pueden incluir:
El autocuidado es la base de la salud emocional y física. Esto incluye un sueño adecuado, ejercicio, soledad, reflexión, prácticas espirituales, socialización, búsqueda de hobbies e intereses.
Si eres codependiente, sacrificarás tus propias necesidades para cuidar de los demás. Cuando haces esto, seguramente te vas a sentir frustrado, irritable, impaciente o desconectado de ti mismo porque no es lo que quieres en realidad.
Encontrar un equilibrio en la vida es crucial. Primero tienes que satisfacer tus necesidades y demostrarte amor propio para que puedas estar bien con los demás y tu entorno.
Los codependientes tienden a buscar la validación y aprobación de los demás. Cuando haces esto, literalmente le das tu poder a otro. Las otras personas pueden determinar tu valor, en lugar de decidir por ti mismo.
Construye tu autoestima día con día para que aprendas a amarte y valorarte con todo lo que tienes. Recuerda que el amor no tiene que ganarse, todas las personas son dignas de tenerlo.
Todos tienen metas y sueños, pero a veces puedes ponerte expectativas poco realistas, nadie es perfecto. Trabaja para mejorar día con día, pero sé realista y consciente de que si no lo logras, no pasa nada, puedes seguir adelante e intentarlo de nuevo.
Cuando notes que eres autocrítico, piensa en lo que podrías decirle a un amigo en la misma situación y recuerda que los errores son parte del ser humano... no tienes que ser perfecto.
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