¿Crees en el amor a primera vista? ¿Alguna vez lo has experimentado? Es común escuchar historias de personas que afirman haber tenido un flechazo y enamorarse al instante de alguien; es más común incluso ver este tipo de situaciones representadas en películas románticas, pero, ¿es posible que alguien se enamore realmente de una persona a la que acaba de conocer?
De acuerdo con una encuesta realizada por el sitio de citas Match, cerca del 34% de las personas consultadas afirmaron haber experimentado el amor a primera vista; 41% de los hombres y el 29% de las mujeres dijeron haberlo vivido al menos alguna vez.
Sin embargo, los especialistas en relaciones de pareja no están convencidos de que dos personas realmente puedan enamorarse a primera vista, sino que más bien sienten una atracción y una conexión intensas, que pueden confundir con el amor.
Las investigaciones han demostrado que las personas suelen decidir si están románticamente interesadas en una persona a los pocos segundos de conocerla, y eso depende de una serie de señales físicas y psicológicas que captan a primera vista.
Los intensos y absorbentes sentimientos de pasión, euforia y anhelo asociados con el enamoramiento son el producto de una serie de reacciones neuroquímicas en las que el sistema de recompensa del cerebro, alimentado por el neurotransmisor dopamina, motiva a la persona a buscar cercanía e intimidad con el objeto de su afecto. Los resultados de algunas investigaciones sugieren que este sistema de respuesta de impulso romántico sí puede activarse instantáneamente.
Sin embargo, ese interés o esa atracción inicial no son amor. El amor es un profundo cariño, acompañado de comprensión, apoyo y afecto; y eso sólo se da con el tiempo y la convivencia, no al instante.
El tiempo que toma enamorarse puede variar en cada persona, pero lo que es un hecho es que, para que el amor surja, se requiere conocer a la otra persona lo mejor posible en la totalidad de su ser (carácter, personalidad, gustos, aficiones, lo que les desagrada o molesta, su forma de reaccionar ante situaciones positivas y negativas, etcétera), algo que es imposible de hacer a simple vista.
En realidad, la mayoría de las personas que afirman haberse enamorado a primera vista, lo que experimentan es una fuerte atracción y lujuria a primera vista. Y es que la atracción sexual muchas veces se confunde con el amor, ya que ambos activan vías neuronales similares en el cerebro, las cuales se relacionan con el comportamiento dirigido a un objetivo, la felicidad, la recompensa y la adicción.
Debido a que los sentimientos asociados con el amor a primera vista generalmente se basan más en la atracción física y la idealización romántica del otro, a diferencia del cuidado e intimidad perdurables y comprometidos que son características del amor duradero, es posible invertir demasiado rápido en una relación que puede que en realidad no sea saludable o con una pareja que en realidad no sea compatible.
Los primeros sentimientos de amor no necesariamente significan que dos personas encajan bien entre sí. Muchas veces, el deslumbramiento del flechazo inicial se desvanece al conocer mejor a la persona y darse cuenta de que sus personalidades, ideales, valores e intereses no empatan.
Cuando conoces a alguien y sientes ese flechazo, es importante que te permitas disfrutar del momento, pero sin dejar de tener los pies sobre la tierra. Recuerda que aunque te haga sentir mariposas en el estómago, es alguien a quien acabas de conocer y no debes idealizar.
Tómate las cosas con calma, evita tomar decisiones importantes de inmediato y date tiempo para conocer mejor a esa persona y permitir que ella te conozca también, y permítanse experimentar juntos diferentes aspectos de la vida diaria, para así saber qué tan compatibles son como pareja.
Y algo muy importante, no te sientas presionado. Recuerda que, así como los tiempos de cada persona son distintos, también los tiempos de cada pareja lo son. Puede que conozcas alguna pareja que se casó a los pocos meses de iniciar su relación, mientras que otros pasan años de noviazgo, y otros simplemente deciden vivir juntos sin casarse o tener una relación sin etiquetas.
Evita comparar tu relación con otras y deja que la tuya siga su propio ritmo. Al final, no se trata de qué tan rápido o lento se enamoren, sino de que tengan una relación saludable y de que su amor se vuelva sólido y duradero.