Las relaciones interpersonales no son la cosa más fácil del mundo. El amor no es como lo pintan, con un “y fueron felices para siempre”. Una pareja siempre tendrá retos que enfrentar; aunque estén casados y con hijos, las dos personas son individuos completamente diferentes y tendrán que acoplarse.
Compartir tus días o tu vida con alguien es una de las decisiones más difíciles que tomarás. Si decidiste casarte o tener una relación estable y seria con alguien, significa que ya no solamente piensas en ti y lo que tú quieres; debes empatizar con el otro, llegar a acuerdos, tener objetivos en común, pero también por separado. Pero, ante todo, siempre deben respetarse, tener confianza y comunicación.
Por más amor que exista entre tu pareja y tú, la realidad es que quieras o no, habrá problemas; pequeños o grandes, pero existirán. En algunas ocasiones son cuestiones que con una simple plática pueden perdonarse y ser olvidados; en otras, en cambio, se requerirá de más, e incluso pueden llegar a necesitar terapia de pareja.
Pero, además de hablar, llegar a acuerdos y tomar terapia si es necesario, este pequeño ritual te servirá si lo que quieren es dejar atrás el pasado y continuar con su relación con miras hacia el futuro.
Lo más importante es que después de esto ambos deben comprometerse a nunca más hablar del tema, a dejar todo en el pasado y perdonar de verdad. Y si lo que quieren realmente es mejorar su relación, siempre deberán concentrarse en el aquí y el ahora, mantener sus objetivos claros y, ante todo, empatizar con el otro y comprenderse mutuamente.