No sabemos exactamente porqué, pero los niños se deprimen. Si hay niños en el hogar es porque son nuestros hijos, y los hijos representan un gasto e inversión. No hablamos de inversión económica, que eso se da por hecho, sino inversión de tiempo, tiempo que no tenemos porque estamos concentrados en su manutención. Tenemos la tarea de formar individuos felices, plenos y conscientes del entorno en el cual se desarrollan, y no es una tarea fácil. Formar personas es complicado. Piénsalo de este modo: estás construyendo un ciudadano para el futuro. Así como nos deprimimos los jóvenes y los adultos, los niños pueden experimentar el mismo fenómeno pero, dada la experiencia, es posible que podamos ayudarlos. Estas son siete técnicas que podrías implementar cuando tus hijos padezcan de síntomas depresivos:
1. Nunca te enojes con los niños
Si son tus hijos o no es irrelevante, nunca te enfurezcas con un niño. Ten presente que es un aprendiz para todo. Está aprendiendo a vivir. Ten paciencia con ellos.
2. Sé parte de su vida
Antes de que cuestiones el proceder de un niño establécete dentro de su escenario, piensa si has sido parte de su entorno. Si no es así, no tienes derecho a cuestionar su proceder.
3. Observa, préstale atención
Tienes un niño frente a ti. ¿Acaso sabes su historia de vida? Toda la historia. Sus intereses, ilusiones, hábitos alimenticios. Si los conoces, podrías identificar qué lo molesta.
4. El hogar debe ser lo menos estresante
No estreses a tus hijos. El hogar es el lugar de confort y confianza por excelencia, para tus hijos y sus amigos. Debes fomentar la confianza y el cariño.
5. Acude a un terapeuta especializado en niños
Si no puedes lidiar con los niños, recurre a un especialista. La depresión de un niño puede parecerte rara, porque crees que la depresión sólo es cosa de adultos.
6. Debes tener presente que los niños están iniciándose en el mundo
Si esperas que un niño responda como un adulto, estás equivocado. Un niño está aprendiendo, y puede sentirse fácilmente abrumado y por lo tanto deprimido. Dimensiona la situación.
7. Acércate
Siempre hay que acercarse a los niños. Los niños carecen de experiencias; considéralo. No esperes que reaccionen igual que un adulto. Si esperas eso, estás en un error tú, no ellos. Si quieres que los niños superen la depresión, trátalos como niños y no como adultos.
Con información de Feed The Metal Machine