Mucho se habla sobre la mejor forma de criar mujeres que no tengan miedo a decir su verdad, que sean fuertes y guerreras, que dejen atrás a las princesas indefensas de cuento. ¿Cómo deben protegerse?, ¿de qué y de quién se deben cuidar? Lo raro (e ilógico) es que casi no se habla de la educación de los niños, los futuros hombres. ¿No sería todo mucho más sencillo si se les enseñara a respetar a las mujeres desde el principio?
Estos son algunos conceptos que serían de gran utilidad para incluir en la crianza de cualquier niño. Desde luego, no hay que olvidar la importancia de predicar con el ejemplo:
- Hacer las cosas “como una niña” no es algo malo, sino todo lo contrario. Evita que tu hijo asocie el hecho de “correr como niña”, “lanzar la pelota como niña”, etc., con algo inadecuado o insuficiente. Si fomentas esta idea en él, cuando crezca no creerá que las mujeres tienen nada valioso que ofrecer.
- Nunca impongas tu voluntad por la fuerza, usa tus palabras. Puede que tu pequeño piense que tiene derecho a jugar con un juguete o comerse la última galleta; pero debe comprender que si hay una niña cerca y ella opina diferente, no debe usar su fuerza para salirse con la suya.
- No sólo necesitas comunicarte, sino también escuchar. Tomar la iniciativa y dominar una conversación no es una dinámica de aprendizaje. En cambio, estar abierto a otros puntos de vista y al intercambio de opiniones es algo que resulta básico en las reglas de convivencia en general, no sólo entre géneros.
- Debes estar consciente de tu alrededor. La escena es típica: niñas que no quieren jugar en el mismo espacio donde un grupo de niños corren por todos lados y tiran todo lo que encuentran a su paso sin siquiera darse cuenta. Que los niños sientan que tienen derecho al espacio porque sí, es inaceptable. Es necesario que sepan que no están solos, y que los demás importan.
- El apoyo no significa “resolver su problema”, sino respaldarla en sus decisiones y sólo intervenir si te lo pide. Tal vez sea una lección para más adelante en la vida, pero mejor jugar con ventaja. Enséñale a tu niño que las niñas son exactamente igual de capaces de encontrar soluciones. Por lo general, sólo quieren desahogarse, no que ellos tomen el mando y entren en acción.
- Nunca trates a una niña frente a tus amigos de una forma diferente a como la tratarías frente a los suyos (o solos). No hay nada más repelente que un chico que se quiere lucir con sus colegas y se convierte en otra persona. Los niños también aprenden desde temprano lo que es hablar de chicas cuando no están presentes. Cuando hay algo de respeto en estos círculos, se fomenta el buen trato hacia las mujeres en general.
- Ninguna mujer será perfecta, y tú tampoco. Tus retoños verán féminas de cuerpo perfecto en películas, series de TV y videojuegos. En algún punto (seamos realistas) tendrán acceso a la pornografía y verán cosas que les parezcan muy reales (aunque no lo sean). Tu trabajo consiste en dejarles clara la diferencia entre la realidad y la fantasía. También es importante que comprendan que ellos tampoco son perfectos, y eso es lo que nos hace humanos.
Con información de Fatherly