Scott Dittman, mejor conocido por sus amigos como Howie, no se considera un defensor de la comunidad LGBT+, pero causó un gran revuelo durante la marcha del orgullo gay en Pittsburgh. Dittman, de 44 años, se enteró de que su amiga Denna participaba en la marcha con Free Mom Hugs, una organización que apoya a la comunidad LGBT+ y también llena de abrazos los eventos del orgullo gay.
"Y dije: 'Bueno, yo tengo que ir', y mandé hacer una playera con la frase 'Abrazos gratis de papá'. Pensé que podría poner una sonrisa en el rostro de varios asistentes", dice Dittman. Lo que él no esperaba fue el gran efecto que provocó su acto, no sólo entre los asistentes de la marcha sino también en él mismo. La primera persona en abrazarlo fue una joven; "al voltear estaba ahí parada frente a mí, con lágrimas en los ojos", comenta Dittman.
El segundo gran momento fue cuando un hombre le contó que sus padres lo abandonaron al confesarles su preferencia sexual, cuando tenía 19 años: "Lloraba y me agradecía. Era un honor ser parte de esto, pero al mismo tiempo era terrible".
Dittman relata que hubo abrazos de todos los tipos ese día (unos felices, otros con lágrimas, algunos llenos de alegría): "Podrías decir que muchos de ellos no han tenido algo tan simple como el abrazo de sus papás en mucho tiempo. Eso rompió mi corazón". Cuando regresó a casa, se sintió molesto por el dolor que cargan muchas de las personas que abrazó. Fue cuando decidió contar su experiencia en Facebook, y escribió:
Imaginen eso, papás. Imaginen que sus hijos se sienten tan perdidos y alejados de ustedes que se refugian en los brazos de un completo extraño y lloran sin parar, sólo porque un hombre viste una playera que ofrece abrazos de un papá. Piensen en lo profundo de su dolor. Intenten imaginar lo profundas que deben de ser esas heridas.
Pero no terminó ahí. Dittman relata que recibió más de mil 500 mensajes. Algunos provenían de personas a las que sus padres rechazaron y otros eran de los padres que alguna vez le dieron la espalda a sus hijos por sus preferencias sexuales: "Muchos de los padres me escribieron que lloraron durante días, y después de eso buscaron a sus hijos, con los que tenían años de no hablar".
Dittman asegura que describir esa emoción es muy difícil, ¿cómo puedes describir lo que sienten los demás si contar lo que te pasa a ti no es sencillo? Es momento de abrir el corazón y hacer de este un mundo más justo, tolerante y amoroso.
Y esto debe ser un llamado a los padres cuyos hijos tienen una preferencia sexual diversa, para que aprendan a aceptarlos, respetarlos, comprenderlos y amarlos sin condiciones ni prejuicios, para que no terminen por buscar ese amor y esa comprensión en otras personas.
Con información de BuzzFeed