¿Has escuchado hablar de TikTok? Es muy probable que sí, o que al menos hayas visto en otra red social los videos que llevan su marca de agua, pues se ha vuelto una de las plataformas sociales más populares en los últimos años, sobre todo entre los más jóvenes, pertenecientes a la llamada generación Z o centennials.
Su popularidad empezó a crecer en Asia, debido principalmente al éxito que tienen los karaokes entre el público asiático. Y es que en TikTok se comparten videos cortos, ya sea con actuaciones musicales, lip sync, parodias, retos o cualquier cosa que al usuario se le ocurra, los cuales se editan con filtros y funciones similares a las de redes como Snapchat e Instagram.
Pero ahora se ha convertido en todo un hit no sólo en el continente asiático, sino prácticamente en todo el mundo. En 2019 fue la cuarta aplicación social más descargada, cerró el año con más de mil 200 millones de descargas y cuenta con más de 500 millones de usuarios activos, el 60% de los cuales tiene entre 16 y 24 años.
Aunque la edad mínima para tener una cuenta en TikTok es de 13 años, en realidad no existen filtros para asegurar que quienes la usan tengan dicha edad. Así, en la plataforma conviven adultos de más de 20 años, adolescentes de 14 a 19 años, preadolescentes de 11 a 13 y, lo más peligroso, incluso hay niños menores de 10 años.
El exitoso concepto de TikTok consiste en compartir videos cortos, de 15 a 60 segundos, en los que los creadores dan rienda suelta a su creatividad, humor e ingenio… aunque en algunos casos las cosas que comparten no son para nada positivas ni mucho menos productivas.
TikTok combina las herramientas más populares de otras redes: se basa en videos cortos, como la extinta Vine; incluye filtros divertidos, stickers y emojis, como Snapchat e Instagram; hace uso de etiquetas o hashtags, como Twitter; y permite ver todo tipo de contenido sin necesidad de seguir a los usuarios que los suben, como YouTube.
Así, al tomar lo mejor de otros mundos y al estar libre tanto de la presencia del público adulto como de las compañías y marcas, se ha vuelto algo de lo más atractivo para las nuevas generaciones, que ven en los videos cortos una excelente forma de expresión y de entretenimiento.
Para empezar a usar TikTok sólo tienes que descargar la aplicación, que está disponible para iOS y Android, o bien, entrar a su sitio web desde una computadora. Algo que la hace diferente a otras plataformas y que puede resultar un atractivo en unos casos y un peligro en otros, es que no necesitas registrarte para poder tener acceso a una gran cantidad de contenido.
Ya que los videos que se comparten son públicos por defecto (a menos que el creador de los mismos modifique directamente esta opción), los clips pueden ser vistos por cualquiera que entre a la app o el sitio de escritorio, sea quien sea y esté o no registrado.
Por otro lado, para compartir videos, comentar y seguir a otros usuarios sí es necesario tener una cuenta en la plataforma. Para registrarte puedes vincular tu cuenta de Facebook, Google, Twitter o Instagram, o bien, proporcionar tu correo electrónico o número de celular y algunos datos básicos, por lo que resulta muy fácil ingresar aunque no tengas la edad requerida.
En sus inicios, TikTok solía ser un espacio para compartir videos con actuaciones musicales, en las que los creadores cantaban y/o bailaban al ritmo de sus canciones favoritas, y lip sync (cuando la persona mueve los labios en sincronía con una canción o audio de fondo).
Con su masificación, la plataforma ha evolucionado y ahora los usuarios comparten todo tipo de videos, que van desde las cosas más divertidas y creativas hasta clips que contienen temas sugerentes de índole sexual y erótico, violencia, lenguaje explícito, retos que incluyen realizar actos peligrosos o autolesiones, etcétera.
Otra cosa que se ha empezado a compartir mucho y que resulta un peligro para la seguridad es que muchos niños y adolescentes presumen sus posesiones o las de sus padres, vecinos, familiares o amigos, con lo que se exponen a ser víctimas de extorsiones o incluso robos y secuestros si alguien detecta su ubicación.
Además del tipo de contenido que se comparte, algunos de los principales peligros que pueden surgir del uso de esta red social son:
Es altamente adictiva, por lo que los usuarios pueden engancharse rápidamente e incluso llegar a perder la noción del tiempo mientras ven los videos. Por otro lado, subir videos también puede convertirse en algo adictivo, y podrían descuidar otras actividades por dedicar tiempo a grabarlos y editarlos.
Al igual que las demás redes sociales, es susceptible al refuerzo social y la aprobación, ya que cuenta con la opción de mostrar que algo te gusta mediante los iconos en forma de corazón y “likes”, por lo que los creadores de videos pueden sentirse frustrados si no consiguen el número de reacciones que quisieran, o si ven que su número de seguidores no aumenta como el de otras personas.
Es un sitio donde los pedófilos pueden contactar muy fácilmente con los niños y ganarse su confianza desde el anonimato o al hacerse pasar por personas más jóvenes de lo que realmente son. Además, los comentarios y mensajes privados son un arma en potencia para el ciberacoso y ciberbullying.
La seguridad y privacidad se vuelven vulnerables, en relación con el uso que se pueda dar a los datos de los millones de adolescentes que suben sus videos cada día. En este sentido, la compañía, ByteDance (dueña de TikTok) ya ha sido amonestada por la Federal Trade Comission en Estados Unidos, con una multa de 5.2 millones de dólares por almacenar y recopilar datos sensibles e información personal de niños menores de 13 años.
Existe el riesgo de exponer demasiado de su vida privada y del patrimonio de la familia. Como ya se mencionó, se ha dado una tendencia en la que muchos niños y adolescentes usan sus videos para presumir las posesiones de sus padres o las cosas que les compran (por lo general, con costos elevados), así como para mostrar detalles de su vida, de su casa, su colegio, o los sitios a los que van habitualmente.
En el otro lado de la moneda, los pequeños cuyas familias no tengan el nivel de vida que los niños mencionados previamente presumen, pueden caer fácilmente en sentimientos de frustración.
Como ha ocurrido en otras redes sociales, en TikTok también han surgido retos virales, muchos de los cuales son inofensivos, pero hay algunos que resultan absurdos, ridículos y peligrosos, ya que ponen en riesgo la integridad de quienes los realizan. Varios de ellos han terminado con golpes y lesiones físicas, los más extremos con los participantes del reto en el hospital, y en otros se han ocasionado cortos eléctricos e incendios.
Por otro lado, están las ambiciosas campañas de marketing que llevan a cabo. Una de las más conocidas tiene que ver con la creación de una moneda propia que se usa dentro de la red social: los “TikTok Reward Points”, que se pueden comprar dentro de la plataforma para después adquirir regalos virtuales dentro de la aplicación. Este proceso puede llegar a ser adictivo, comparable con el juego de apuestas y la ludopatía.
También tienen un tipo de recompensas virtuales llamadas “Diamonds”, los cuales se obtienen por la viralidad y relevancia de los videos, es decir, mientras más visto y más reacciones tenga un video, más diamonds obtiene su creador. Posteriormente, estas recompensas virtuales se transfieren como dinero real a la cuenta bancaria o de PayPal del usuario. Esto puede llevar a los usuarios a llegar a límites extremos con tal de que sus videos sean vistos, para obtener estos beneficios.
Para empezar, los padres deben comprender que las prohibiciones no suelen funcionar; prohibir sólo porque sí el uso de esta red social, o cualquier otra cosa, muchas veces surte el efecto contrario y vuelve más atractivo lo prohibido, por lo que los niños empezarán a hacerlo a escondidas.
Entonces, lo más importante es que mantengas con tus hijos una relación basada en el amor, el respeto, la comunicación y la confianza. Acércate a ellos e involúcrate en lo que les gusta e interesa, y también en lo que les molesta, preocupa o entristece.
En el caso específico del uso de redes sociales, es necesario que seas su ejemplo a seguir. Si les dices a tus hijos que no deben pasar tanto tiempo en internet, en el celular o la computadora pero ven que tú sí lo haces, les envías un mensaje ambiguo y lo más seguro es que no te harán caso.
Así que si quieres que tus hijos moderen su uso de plataformas sociales, empieza por hacerlo tú. Dedica más tiempo a actividades que puedas compartir en familia que a los dispositivos tecnológicos; esto, a la vez, te ayudará a fortalecer y hacer más cercana la relación con los niños y hará que ellos se sientan más seguros, pues sabrán que estás disponible para ellos, para ayudarlos cuando tengan algún problema o inquietud y para hablar de su día a día.
Si tus hijos ya son preadolescentes o adolescentes, muestra interés en los contenidos que consumen en internet, habla con ellos y explícales que las redes sociales tienen sus cosas buenas y malas y ayúdales a comprender que, por su seguridad y bienestar, no es bueno que compartan información personal, ni que envíen fotos o videos de los cuales se avergonzarían si se volvieran públicos.
Es bueno que te mantengas al tanto de lo que tus hijos ven y publican, pero sin ser invasivo en su privacidad ni ponerte a espiar absolutamente todo lo que hacen en línea. No llegues al extremo de leer sus mensajes privados, a menos de que haya un motivo real de preocupación.
Recuerda que la base de todo debe ser la confianza mutua, así que procura cultivarla todos los días e inculca en tus hijos valores sólidos, a través del ejemplo, para que tengas la tranquilidad de que ellos no harían nada que tú no harías.
Específicamente en TikTok, por ejemplo, puedes involucrarte con ellos en la creación de sus videos. Así entenderás mejor qué es lo que les llama la atención de esta red social y qué les gusta ver en ella.
Finalmente, lo mejor para evitar que tus hijos caigan en los peligros del mundo virtual es ayudarles a desarrollar una autoestima saludable, así como involucrarlos en algo que les interese en el mundo real: la práctica de algún deporte, una actividad artística, el cuidado de una mascota, ser parte de un club, o cualquier cosa que despierte su interés y les dé confianza en sí mismos y en ti.
Cuando los niños aprenden a sentirse bien acerca de lo que pueden hacer en lugar de cómo se ven y lo que poseen, son más felices, están mejor preparados para el éxito en la vida real y dejan de basar su autoestima en la aprobación de los demás a través de cosas tan banales como los likes o las reproducciones de sus videos.
Como ya se dijo, prohibir no es la solución. Entonces, si tu pequeño ya hace uso de esta red social lo mejor es permitírselo, pero con ciertos límites que la vuelvan más segura.
Además, sería bueno que también tú tengas una cuenta (o que la compartas con tus hijos, si es que aún son muy pequeños), para que puedas estar al tanto de cuáles son los videos y retos más populares, y así puedas hablar sobre ellos con tus hijos cuando creas que es necesario.
En el caso de los más pequeños, mientras llega el momento de que comprendan los peligros que implica el mundo virtual, lo más adecuado es que hagas uso de las herramientas de privacidad, seguridad y control parental que incluyen las diversas aplicaciones, y también es importante que supervises lo que consumen en esas plataformas, lo que comparten (si es que lo hacen) y con quiénes se comunican a través de ellas.
Ya que, por defecto, todos los videos que se suben a TikTok son públicos, puedes configurar la cuenta de tu hijo para que los clips que publique sean privados y sólo puedan verlos sus contactos a través de correo electrónico, servicios de mensajería u otras redes sociales.
Para hacerlo, entra al perfil y selecciona el icono de tres puntos en la esquina superior derecha. Selecciona “Privacidad y seguridad”. Allí, activa el icono de “Cuenta privada”. También puedes editar quién puede enviar comentarios y mensajes directos, así como los permisos para descargar los videos que se publican.
Por otro lado, puedes limitar el tiempo que tus hijos pasan en la app para evitar que se vuelva algo adictivo, así como gestionar el tipo de contenido que consumen al determinar los términos de búsqueda que consideres convenientes, como aquellos que dirijan a contenido con temática erótica, sexual o violenta.
Para realizar estos ajustes, toca los tres puntos en la esquina superior derecha del perfil y luego selecciona "Digital Wellbeing" (Bienestar digital). Ahí puedes activar "Scren Time Management" (Administrar tiempo de uso) que limita el uso de la app a 2 horas por día y "Restricted Mode" (Modo restringido) que bloquea parte del contenido inapropiado.
Aunque realices estos ajustes, no dejes de estar al pendiente, pues la función restrictiva no es infalible. TikTok decide qué tipo de contenido es apropiado para la edad o no, y no hay forma de saber si eso ocurre por intervención humana o automáticamente. Así que los videos inapropiados pueden aparecer en toda clase de búsquedas, con términos no relacionados.
Los ajustes están protegidos automáticamente por un código de cuatro cifras para que los niños no puedan cambiarlos.
Finalmente, y aunque pueda sonar redundante, más allá de todos los ajustes que puedas realizar, lo más importante es que crees lazos fuertes con tus hijos, para que tengas la certeza de que puedes confiar en ellos y en lo que hacen, y de que ellos confiarán en ti para acercarse cuando tengan problemas, inquietudes o conflictos.
Crea una relación de amor y confianza con ellos y, sobre todo, predica con el ejemplo, siempre sé el adulto en el que quieres que tus hijos se conviertan. Esto no sólo les servirá para dar un buen uso a esta o cualquier otra red social, sino que los hará capaces de enfrentar los retos de la vida de la mejor manera.
Con información de:
Child Mind Institute
Common Sense Media
Educación 3.0
Control Parental
Ser padres
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