Nadie nos enseña a ser padres, y muchas veces creemos que será más sencillo de lo que parece. Esto sucede, por lo regular, antes de que llegue el bebé. Todo el mundo sabe que la vida será distinta, pero no siempre estudias lo suficiente antes de ser papá o mamá.
A continuación te decimos lo que puedes llegar a vivir después de la llegada de tu primer hijo:
Arrepentimiento
Son muy pocos los que aceptan que les hubiera gustado huir de la situación, habrá veces que quieras irte de la casa porque el llanto del bebé no es en períodos breves, recurrirás a encerrarte en el baño a llorar de frustración. Puedes sentir que tu vida ya no será la misma, y aunque es así, puedes tirarte al drama y pensar en esos sueños que tenías de niño y que nunca cumpliste, y que ahora con tu hijo será más difícil conseguir.
Te pueden dejar de gustar los niños
Te enfrentarás con cantidad de situaciones en las que empezarás a detestar a otros niños. ¿Qué quiero decir con esto? Que a partir de que seas padre y empieces sufrir los berrinches, crisis, lloriqueos y suciedad de tus pequeños, sabrás que odias que los niños vengan con eso incluido, aunque seguirás dispuesto a limpiar mocos y cambiar pañales, únicamente de tus hijos.
Podrías perder algunas amistades
Tu vida social dará un giro de 180 grados, y tus amigos lo notarán de inmediato. Olvídate de tus salidas al bar los jueves por la noche, además de muchas reuniones no familiares, por lo menos hasta que tu hijo tenga edad suficiente para estar al cuidado de alguien más. Aunque recuerda que hay amistades que se van de tu vida porque no las necesitas, valora a quienes se quedan a pesar de todo.
Renunciarás a tus sueños y hobbies
Quizá te encantaba ir a clases de baile, de cocina, o al futbol. Pero con la llegada del nuevo miembro de la familia los presupuestos cambian, y seguramente tendrás que dejar de hacer cosas que implican tiempo y dinero extra.
Podrías sentir que tu hijo es un extraño
El momento puede ser la primera vez que tu pequeño te diga “Te odio” o cuando comience a interesarse por cosas que tú no le has enseñado. Al crecer empieza a socializar en la escuela, en el taller de las tardes y es normal que comience a tener sus propias ideas; a veces es difícil pero, sin duda, debes dejar que encuentre su propio camino.
Sentirás la verdadera y pura ira hacia tu propia sangre
Está claro que tu hijo no entenderá lo que haces por él hasta que crezca y desarrolle una mayor conciencia. Mientras eso sucede, sentirás que tu hijo malcriado sólo vive para sacarte canas verdes. Vivirás momentos estresantes y llenos de furia hacia tu hijo, ese que pensabas que nunca te haría enojar de esa forma. Sin embargo, no hay de qué preocuparse; son situaciones que no has vivido antes, pero es completamente normal.
Tu corazón se romperá constantemente
Con el paso del tiempo, tus hijos dejarán de necesitarte y comenzarán a trazar su camino; la primera vez que salgan por la puerta sin ti para dirigirse a la escuela ellos solos sentirás el primer rasguño, pero más vale que te vayas acostumbrando pues al final ellos harán su vida y ¿qué crees?, no puedes tenerlos contigo para siempre.