A todo mundo le encanta celebrar y tener motivos para hacerlo. De eso no queda la menor duda. Sin embargo, estos motivos de celebración suelen ser los mismos y por cosas demasiado preestablecidas: cumpleaños, graduaciones, despedidas de soltero, bodas y hasta divorcios, ¿y qué es lo que sucede? Que muchísimas situaciones y logros se quedan fuera de estas celebraciones, incluso con todo el mérito, tiempo y sacrificio que conllevaron para alcanzarse.
¿Por qué no hacer algo al respecto y comenzar a celebrar aquellas cosas aparentemente pequeñas pero que tanto significan en la vida? Aquí damos un vistazo a 10 situaciones que merecen totalmente un brindis y una celebración por su tremenda importancia en el día a día.
1) Mudarte de casa. Llegar a un nuevo espacio siempre es una experiencia digna de admiración, pues implica adaptarte desde cero a un nuevo entorno, personalizarlo y hacerlo tuyo. Mucho más cuando te mudas solo, sin compañeros de casa o por primera vez. Nada reemplaza la increíble sensación de independencia que viene con tener tu propio lugar. Nota relacionada: 5 sencillas recomendaiones para irte a vivir solo.
2) Pagar tus deudas a tiempo. Mantener un alto sentido de la responsabilidad es un excelente motivo para celebrar, pues no cualquiera puede presumir de poseerlo. Ya sean las rentas de tu casa, los pagos de tus tarjetas bancarias o algún préstamo que hayas pedido. Terminar de pagar es un logro y amerita una rebanada de pastel o una copa de vino.
3) Hacer algo que antes te asustaba. Esto significa que has vencido un miedo, llegado a una meta, encontrado una nueva versión de ti, quizá más libre, más seguro de ti mismo y por lo tanto, más maduro y completo. No importa si se trata de cosas pequeñas como cantar en un karaoke o practicar kickboxing. Al principio, exponerte a ti mismo probablemente sea mucho más estimulante que intimidante y podría ser lo mejor que hayas hecho.
4) Desconectarte de redes sociales. En estas épocas, sin dudarlo ni un segundo, es una victoria poder pasar un día entero (ya ni digamos un fin de semana) sin conectarte a las redes sociales sólo por “pasar el rato”. Las redes sociales son tan avasallantes que no dejan ni un momento para respirar y dedicarle tiempo a lo que verdaderamente importa. Nota relacionada: Así viví un mes sin redes sociales.
5) Visitar a un familiar o amigo en su casa. Sobre todo cuando tiene mucho que no los ves o no hayas tenido conversaciones largas y profundas con ellos aunque estén en contacto por medios digitales. Hacer una visita para tomar un café frente a frente es digno motivo de celebración con ellos, por supuesto. Éste es un gran paso en tus relaciones personales.
6) Terminar una relación tóxica. Nada mejor que por fin poder terminar una relación amorosa tóxica y que te lastimaba. Y qué mejor que evitar la tristeza rodeado de tus amigos y gente querida para un brunch, un picnic o una noche de fiesta. No es fácil romper con alguien, y mucho menos aceptar el hecho de que alguien rompió contigo. Pero lo mejor es sentirte orgulloso y mantenerte así. Nota relacionada: Cómo romper con una relación tóxica.
7) Hacer un nuevo amigo. Es difícil crear amistades duraderas, así que cuando encuentras a una persona nueva con la que puedes compartir momentos increíbles que se perfilan para la posteridad, es posible que hayas encontrado a uno de esos amigos que se cuentan con los dedos de una sola mano. ¿Acaso necesitas más motivos para celebrar esto?
8) Conseguir trabajo o un aumento. Éste es uno de los logros personales más gratificantes, no sólo en el ámbito emocional sino también en el financiero. Después de encontrar un nuevo y mejor trabajo o conseguir ese aumento tan buscado, no queda sino reunirte con tus seres queridos y celebrarlo todos juntos. Nota relacionada: 3 consejos para pedir un aumento de sueldo.
9) Decir NO. Esto significa que no has dejado de lado tus necesidades, gustos y deseos en pos de “complacer” los de alguien más. Aprender a decir que NO en los momentos indicados es señal inequívoca de respeto hacia ti mismo y hacia tus intereses reales. Rechazar algo que no deseas es audaz y valiente. Nota relacionada: Aprende a decir NO sin sentirte culpable.
10) Aprender a decir “lo siento”. Equivocarse es de humanos, y reconocerlo es de sabios. Por eso, siente también un pequeño triunfo para tu sabiduría y calidad humana el hecho de reconocer tus errores y disculparte por ellos. Si has tenido el valor para disculparte sinceramente, considera que has madurado.
¿Por qué otros logros o acciones crees que vale la pena celebrar en grande? ¡Cuéntanos en los comentarios!