Si eres de los que piensa que la salud depende sólo de la dieta y el ejercicio, debes saber que la ciencia sugiere que el bienestar general de una persona está influenciado por la compañía de la que se rodea. En diversos estudios, los investigadores han encontrado que algunas conductas saludables parecen ser contagiosas. Además, los círculos sociales tienen un impacto relevante en aspectos como la obesidad y la ansiedad, así como la felicidad en general. Incluso tu rutina de ejercicio tiene que ver con esto.
Dan Buettner, autor de National Geographic, se dio a la tarea de estudiar los hábitos de la gente que vive en las “zonas azules” del planeta, aquellas regiones donde la esperanza de vida es superior al resto. Pues bien, Buettner descubrió que una situación recurrente en estos sitios es la existencia de amistades positivas.
En Okinawa, Japón, un lugar donde el promedio de edad a la que llegan las mujeres es de 90 años, existe la costumbre de formar un tipo de círculo social llamado “moai”. Se trata de una red de cinco personas que se ofrecen apoyo emocional, logístico e incluso financiero durante toda una vida. Es una idea muy poderosa, pues los padres ponen a sus hijos en estos moais cuando nacen, y ahí comienza su viaje en conjunto. El grupo entero se beneficia cuando las cosas van bien para alguien, pero también se brindan apoyo incondicional entre familias cuando alguien se enferma o muere.
El equipo de Buettner creó un cuestionario para evaluar el impacto positivo que cada miembro de un grupo tiene en su propio círculo social. Las preguntas tratan acerca del estado de salud de los amigos, cuánto beben, comen y se ejercitan, así como su percepción general de la vida. El objetivo del cuestionario es no instar a la gente a cortar la relación con los amigos menos sanos, sino identificar a las personas en tu vida que obtienen las puntuaciones más altas y promover que pases más tiempo con ellas.
Resulta evidente que, incluso sin hacer uso del cuestionario, las compañías que drenan energía en lugar de inyectarla son muy notorias. Una situación bastante común es cuando te reúnes con amigos de la infancia, o tal vez el grupito con el que te juntabas en la universidad. Seguro te ha pasado que alguno habla de lo mismo que hablaba hace 10 o 15 años (los monotemáticos, tú ya sabes cuáles) y siempre es sobre lo difícil que es la vida, lo complicado que está el mercado de trabajo o de su eterna mala suerte en el amor. ¿Te suena familiar? A veces el tiempo y la distancia pueden ayudar a que aquellos individuos que no aportan nada a tu vida, se alejen.
Qué diferente es, en cambio, cuando te topas con nuevas amistades que te hacen sentir renovado cada vez que tienes una conversación con ellos. Sientes que tu energía es más ligera y te dan ganas de emprender nuevos proyectos. Este tipo de círculos son muy buenos para tu salud y bienestar, porque te mantienen motivado y con una actitud positiva ante la vida. ¡Consérvalos!
Con información de The New York Times