Siempre se habla de lo importante que es hacer limpieza para el bienestar: deshacerte de lo que ya no usas, de lo que no sirve, de lo que no te hace feliz. Esto no sólo aplica a la casa sino también a la mente y las emociones, al liberarte de pensamientos, ideas, prejuicios y emociones que te limitan.

Y sí, la importancia de la limpieza también se extiende al terreno de las relaciones, pues debes desterrar de tu vida a las personas que te hacen daño, te afectan o no te aportan nada ni tú a ellas. Esto aplica para la vida real y para el mundo virtual, que con el confinamiento se ha vuelto ahora más relevante.

Así como te distancias de amigos, familiares, compañeros o conocidos cuya vibra ya no resuena contigo, cuyos caminos van en direcciones contrarias o cuyos principios e ideales se contraponen con los tuyos, también puedes poner distancia virtual con aquellos contactos del mundo digital que ya no encajan en tu vida y no resuenan con tu yo actual.

Muchas veces tienes cientos o miles de “amigos” o contactos en redes sociales, la mayoría de los cuales no significan nada para ti. ¿Te has puesto a pensar con cuántos de ellos interactúas y te mantienes realmente en contacto? ¿De quiénes en verdad te interesa e importa saber, a quiénes les interesas e importas? ¿Quiénes solamente están ahí por el morbo de ver lo que haces, pero nunca te saludan o preguntan cómo estás? 

Si sientes que tu mundo digital se ha vuelto multitudinario pero vacío y carente de valor, quizás sea momento de hacer una depuración en tus listas de contactos y amigos para quedarte sólo con aquellos que son verdaderamente significativos en tu vida real, sin importar si los conoces o no en persona, pues muchas veces a la distancia se pueden crear fuertes vínculos de amistad, amor, apoyo, compañía y comprensión.

Así que, si te has cansado de tener conexiones intrascendentes en redes sociales, es momento de hacer limpieza. Y no debes sentirte mal ni culpable por ello, pues a fin de cuentas, esos espacios son como pequeñas ventanas a tu vida y tu mundo, y así como no a cualquiera le dejarías mirar por la ventana de tu casa, tampoco debes darle acceso a cualquiera a tu espacio digital.

Piensa que no necesitas permanecer "conectado" con personas con las que en realidad no deseas interactuar. No ganas nada al ver actualizaciones ocasionales de personas que tal vez ni siquiera te reconocerían, ni tú a ellas (o que aunque lo hicieran, fingirían que no), si se cruzaran en la calle. Al final, si no recuerdas la última vez que interactuaron contigo, no perderán la conexión y tú tampoco.

Procura conservar en tus redes sociales únicamente a las personas que te importan y tú a ellas; lo mejor es eliminar al resto. Puedes aprovechar algún tiempo libre que tengas para hacer un breve ejercicio de reflexión para decidir a quiénes quieres en tu mundo digital y de quiénes puedes, o debes, prescindir.  

Al tener sólo conexiones significativas y personas con las que existe simpatía, afecto, empatía, afinidades y confianza mutua, tus redes sociales se volverán espacios mucho más agradables y seguros.

Así que, en pocas palabras, eliminar personas de tus redes sociales está bien, si lo haces por tu bienestar y para mantener ahí únicamente a quienes te importan y aportan algo positivo a tu vida.

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