La justicia restaurativa comenzó como un esfuerzo para lidiar con el delito de una mejor manera. Ahora también se utiliza en escuelas y en varios ámbitos más. Su preocupación principal se encuentra en el sistema de justicia penal. En Canadá hubo un caso en 1974, que se considera el primer esfuerzo. Después, en Indiana, en Estados Unidos, hubo algunos oficiales del Departamento de Libertad Condicional que tuvieron una idea similar y lo implementaron. 

El doctor Howard Zehr se unió a finales de los años 70, cuando trabajaba para una organización internacional. A principios de los 80 gente de Alemania, Inglaterra y otros países, acudieron a Zehr y regresaron a sus lugares de origen a implementarla. Fue entonces cuando empezó a despegar la práctica de la justicia restaurativa. En verdad no había una teoría o nombre precisos; simplemente se trataba de resolver un problema. Tampoco existía un marco teórico para ello.

Conocido como el “abuelo de la justicia restaurativa”, el doctor Zehr expone ideas básicas sobre los principios y valores de esta práctica. Con más de 30 años de experiencia en el campo, Zehr comparte desde Harrisonburg, Virginia, algunas de las promesas y los retos que desde su experiencia pueden brindar orientación en México a la luz de la implementación de programas e iniciativas inspiradas en esta materia. Más información aquí.

Existían tres grandes preocupaciones. La primera, que como sociedad se castigara a mucha gente sin que necesariamente rindieran cuentas de una manera significativa, ni de otras formas que realmente les ayudaran a entender y a tomar responsabilidad de lo que hicieron. En segundo lugar preocupaban las víctimas, pues no sólo no eran tomadas en cuenta, sino que además salían del proceso de justicia más traumatizadas. Y en tercer lugar, existía la preocupación de que no se tomara en cuenta a la comunidad. La comunidad se construye y fortalece cuando se le involucra en estas situaciones; cuando dejamos todo al sistema de justicia penal, se desempodera a la comunidad.

La justicia restaurativa se implementó al reunir a víctimas y ofensores que estuvieran dispuestos a hacer el proceso, para que hablaran de lo sucedido. Las víctimas podían expresar su enojo, contar sus historias y recibir respuestas a sus preguntas, mientras que los ofensores escuchaban, y al final, podían llegar a ciertos acuerdos.

Así pues, la justicia restaurativa no sólo es un modelo que permite a víctimas y ofensores reunirse. Existen muchos modelos para hacer eso (conferencias víctima-ofensor). Se usa también en conferencias de grupo familiares y círculos de varios tipos. Es un esfuerzo para reunir a quienes ofenden, a quienes reciben la ofensa y, en dado caso, a otras personas involucradas en el asunto a través de un proceso facilitado. Además, es un verdadero contínuum de enfoques que implementan algunos o todos los principios de la justicia restaurativa.

Algunos procesos son más restaurativos que otros. Por ejemplo, en un programa para reincidentes se puede utilizar una conferencia familiar para ayudar en el diseño del plan de reintegración, y en ese proceso es posible que se contacte a la persona que victimizó para ver cuáles son sus necesidades, pero no necesariamente para reunir a la víctima y al ofensor.

Lo más interesante es que podemos aplicar los principios y valores de la justicia restaurativa (respeto, responsabilidad y relación) como una filosofía de vida, en ámbitos personales y en todo tipo de relaciones, ya sea de pareja, amistad, laboral, profesional, comunitaria o de cualquier índole. El enfoque está en identificar y atender las necesidades generadas por el conflicto, lo que permite que todas las personas involucradas en la situación participen. De esta manera, todos los puntos de vista son expuestos y es posible llegar a acuerdos y que las relaciones sanen. En este caso, la responsabilidad se convierte en el personaje principal, se deja atrás el culpar o señalar al otro y se asoman otros personajes como el entendimiento, la empatía y la posibilidad de solucionar retos que parecían imposibles. 

El círculo como herramienta hacia la justicia restaurativa 

Los círculos de paz tienen un origen ancestral. En círculo se sentaban los ancestros a dialogar, entender e implementar la vida comunitaria en muchas partes del mundo. En algunos países, los pueblos aborígenes aún los utilizan. Actualmente, en las sociedades contemporáneas se considera como una práctica del campo lo que hoy en día se conoce como "justicia restaurativa". Es aplicable en contextos familiares, escolares, comunitarios, organizacionales y en el sistema de justicia.

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Practicarás elementos y la técnica de facilitación de los círculos, los cuales se utilizan para diferentes propósitos: 

• celebraciones 
• aprendizaje 
• construcción de comunidad
• toma de decisiones basadas en consenso 
• conversaciones difíciles 
• sanación 
• fortalecimiento de resiliencia 
• atender daños 
• resolución de conflictos

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