Un apretón de manos es quizás una de las formas más antiguas de comunicación introductoria. Una teoría señala que este saludo comenzó como una forma de transmitir intenciones pacíficas: un extraño extendía la mano derecha para demostrarle a la otra persona que no tenía armas y que no tenía mala voluntad. La teoría intenta explicar la siguiente parte del saludo, pues dice que el movimiento de arriba abajo fue un medio para quitar los cuchillos o dagas escondidos debajo de la manga.
Un apretón de manos también representa un símbolo de buena fe al hacer un juramento o promesa. Actualmente los apretones de manos son una forma de introducción destinada a iniciar una conversación, ya sea en un entorno social o profesional, aunque tienen mucho más peso que sólo servir como un saludo tácito.
Los apretones de manos revelan mucho sobre el tipo de persona que eres y cómo te sientes en la situación en la que te encuentras al hacerlos. Averigua si tu apretón de manos trabaja a favor o en tu contra, y cómo puedes asegurarte de hacerlo bien en todo momento.
En una investigación se señala que los apretones de manos son importantes, y hacerlos demasiado duramente puede ser contraproducente. La otra persona puede sentir que tratas de tomar la delantera. Lillian Glass, experta en lenguaje corporal de California, dice que estrechar la mano de alguien con demasiada fuerza muestra competencia, "es una lucha de poder", dice.
Cuando te das un apretón de manos con alguien y sientes que su mano no existe, ¿cómo te hace sentir eso? Según la especialista, un apretón de manos débil ejemplifica la falta de interés. "Si te falta firmeza, la otra persona entenderá que no te interesa". Las personas son sensibles a tus gestos, y probablemente formarán juicios inmediatos a partir de tu apretón de manos.
Cuando el iniciador pone ambas manos sobre la otra persona, esto es un signo de honestidad y confianza. "No es sobre poder, es sobre agrado", dice Glass. Ella indica que cuando la mano libre del iniciador toma el codo o antebrazo del receptor expresa que la persona realmente le agrada.
Un apretón de manos rápido muestra nerviosismo. Glass explica que las personas que no esperan un momento en el saludo, muestran molestia y que no les importa estar en la situación en lo absoluto, lo que ofende al receptor.
La falta de contacto visual es más que incómoda, es grosera. "Si haces contacto visual inmediato pero luego miras hacia otro lado, muestras desinterés e incomodidad", dice Glass. Se supone que los apretones de manos ayudan a aliviar cualquier tensión introductoria, no la agregan. Este tipo de apretón de manos a menudo se asocia con uno apresurado.
Es importante saludar con un agarre firme sin ser agresivo, pero cuando no lo sueltas, eso emite desesperación. Aunque definitivamente no quieres apresurarte, trata de no aguantar más de 2 segundos completos.
Si miras a los ojos de alguien por mucho tiempo mientras tu apretón de manos persiste, muestras agresión. "No frunzas los labios ni entrecerres los ojos", aconseja Glass.
Para causar una buena primera impresión, un apretón de manos puede significar todo. Glass explica la forma adecuada de hacerlo:
Un buen apretón de manos implica que la palma del iniciador toca la palma del receptor, con su pulgar envuelto alrededor del pulgar del otro. Conectarse a través del tacto envía mensajes de amistad, afecto e interés.
Asegúrate de que la presión sea firme, pero no demasiado, y definitivamente no muy ligera. Mantén siempre el contacto visual, pero asegúrate de tener una mirada suave y cálida. Debes evitar cualquier gesto intenso.
Con información de Reader's Digest