"Lo más importante en la vida es salir con amigos. El objetivo de una sociedad verdaderamente ilustrada es pasar más ratos de tranquilidad en compañía de los seres queridos", escribió en su página de Facebook Poncho Martínez, un instructor de acondicionamiento físico y organizador político de la ciudad de Nueva York.
Martínez llegó a dicha teoría cuando una serie de cortes del metro de la ciudad de Nueva York le impidieron ver a sus amigos, momento en el que se dio cuenta de que la convivencia es la verdadera marca de una sociedad próspera.
En opinión de Martínez, pasar tiempo juntos es el núcleo de la experiencia humana, pero a medida que la sociedad avanza, las personas pierden de vista las cosas necesarias para su propia felicidad.
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En este sentido, cada año la Organización de las Naciones Unidas publica su Informe de Felicidad Mundial, en el que se enumeran los países más felices del mundo. Cada año, los primeros lugares de esa lista suelen estar ocupados por algunos países escandinavos, como Dinamarca, Finlandia y Noruega.
A pesar de que esos países tienen un clima que se caracteriza por inviernos largos y crudos, lo cual ocasiona el trastorno afectivo estacional, las personas que viven en ellos son en general felices, incluso más que en regiones con climas más amables.
¿A qué se debe eso? Además de las cuestiones relacionadas con la calidad de vida, la economía y el acceso a lo necesario para cubrir las necesidades básicas de todo ser humano, lo que hace diferentes a esos países es su fuerte sentido de comunidad.
Esa unión entre las personas que integran una comunidad está en oposición directa a la ética de individualismo que prevalece en otros lugares, como Estados Unidos. Y quizá esto explica por qué este país de Norteamérica se ubica por debajo de otros países occidentales en términos de felicidad.
Para poder fomentar la convivencia y la unión entre las personas, es importante saber administrar el tiempo para dedicar parte del mismo a reunirse con amigos, familiares y compañeros. Por ello, es necesario que gestiones cada uno de tus días, para que te quede algo de tiempo para dedicar a tu pareja, hijos, amigos, padres y demás seres importantes en tu vida.
Para lograr el mencionado sentido de comunidad y fomentar la convivencia puedes convertirte en anfitrión de reuniones ocasionales en tu casa, para juntar en ellas a tus distintos grupos familiares y sociales y así fortalecer los lazos con ellos, pues tanto tú los necesitas cerca como ellos a ti.
También puedes aprovechar los espacios públicos, como parques, museos, salas de conciertos, estadios deportivos y otros que sean accesibles para todos los ciudadanos. Estos sitios, además de que puedes ir a disfrutarlos en compañía de las personas con las que ya tienes un vínculo, pueden ser de gran ayuda para establecer nuevas conexiones al darte la oportunidad de conocer a otras personas, quizá con ideales e intereses similares a los tuyos.
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