En algún momento de la relación de pareja se cae en la monotonía en todos los aspectos. La costumbre, la convivencia diaria, hacen que incluso el sexo se normalice hasta el punto de resultar aburrido. Pero hay formas de reinventar la relación, de que se vuelva otra vez emocionante, de revitalizar tu vida sexual y darle el plus que le estaba haciendo falta. El uso de juguetes sexuales es una manera de terminar con lo rutinario del sexo y tornarlo divertido y excitante. Es cuestión de que te animes y animes a tu pareja a redescubrir nuevas sensaciones y experimenten otra vez con sus cuerpos. Te compartimos cinco consejos para que te animes a usarlos:
1. Los juguetes sexuales ayudan a estimular el placer sexual en la relación, no son un sustituto de tu pareja; son una adición al encuentro, un plus.
2. La inclusión de juguetes sexuales en el acto debe ser conversada y acordada, y ambos deben sentirse cómodos. Si tu pareja no quiere, debes respetar su negativa.
3. Si tu pareja y tú han acordado el uso de juguetes sexuales, aun así deben tener una palabra de seguridad en caso de que quieran que el juego se detenga. Es importante tener comunicación durante la relación para mantener el nivel de confort y que ambos disfruten.
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4. No todos los juguetes sexuales son iguales; como en todo, hay unos de mejor calidad que otros. Elige los que tengan mayor calidad y de materiales no tóxicos. Por ejemplo, algunos juguetes son impermeables y otros no. Asegúrate de su eficacia antes de meterlos al juego.
5. Si tienes problemas con tu sexualidad, tal vez el juguete sea un buen soporte para resolverlo. Puedes consultar a algún especialista antes de proponerle a tu pareja la inclusión de juguetes en la relación.
Piénsalo del siguiente modo: para realizar una labor, una tarea, requieres de recursos. En la práctica del sexo, los juguetes sexuales pueden ser vistos como recursos que es probable te ayuden. Hay un montón de recursos disponibles en la cuestión sexual, no todo tiene que resumirse a ciertas posiciones, ni tienes que limitarte al coito convencional. Platícalo con tu pareja.
Con información de The Good Men Project