Este 8 de agosto se celebra el Día Mundial del Orgasmo Femenino, y la mejor forma de celebrarlo seguramente es con orgasmos femeninos.
Lamentablemente, existe una brecha entre la frecuencia con la que mujeres y hombres alcanzan orgasmos en una relación sexual. Sin embargo, hay cosas que pueden ayudar de manera muy significativa para que las mujeres llegan al clímax y cosechen los beneficios que esto produce.
Aunque el sexo y cada cuerpo es un universo, y por lo tanto existen importantes excepciones, un estudio científico ha determinado que tres cosas son fundamentales para que una mujer llegue al orgasmo.
Según el artículo, publicado en la revista científica Archives of Sexual Behaviour, los investigadores notaron que la forma más confiable para que una mujer llegue al orgasmo es cuando se producen estas tres cosas durante el intercambio sexual: estimulación genital, besos profundos y sexo oral, sin que sea necesario el sexo vaginal.
El estudio notó que el 95% de los hombres señaló que tiene un orgasmo siempre o casi siempre durante los encuentros sexuales íntimos, mientras que sólo el 65% de las mujeres heterosexuales consigue esto. Para los hombres homosexuales los datos indican un 89%, y un 86% para las mujeres homosexuales.
Lo más relevante tiene que ver con que sólo el 35% de las mujeres logran el orgasmo vía la penetración vaginal únicamente. Pero esto contrasta con el hecho de que el 80% de las mujeres heterosexuales alcanza el orgasmo cuando aparecen estas tres acciones (estimulación genital, besos profundos y cunnilingus o sexo oral). Esta cifra aumenta en las mujeres lesbianas al 91% cuando se llevan a cabo estas tres variables.
Estas tres cosas parecen bastante obvias y sin embargo merecen recalcarse ya que en muchas ocasiones, en las relaciones heterosexuales, sólo hay penetración vaginal y mínima atención a la estimulación manual durante la penetración, besos antes y durante, y un tiempo duradero de sexo oral. En vez de que estas actividades sean consideradas como accesorias, deben tener un papel principal, incluso superior al sexo vaginal, si lo que se está buscando es el orgasmo femenino. Se suele decir que el llamado coqueteo previo es esencial, algo que es reafirmado por esta información, sólo que el "coqueteo previo" deja de tener el significado de algo que antecede o que lleva a un acto central y resulta, en cambio, algo que es en sí mismo ya el esplendor del sexo. El camino y el destino son uno mismo.
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