El doctor John Gottman, uno de los principales especialistas en relaciones de pareja en el mundo, encontró, estudiando a 130 parejas recién casadas, que existe un factor esencial que permite predecir el éxito en un matrimonio. La característica de los hombres que logran tener una relación estable, sana y feliz, es que se dejan influenciar por sus parejas. Esta "influenciabilidad" es la marca de un hombre emocionalmente inteligente. 

El doctor Gottman ha notado una tendencia en muchos hombres a no tomar realmente en cuenta las opiniones y deseos de las mujeres en sus relaciones, ya sea cuando se toman decisiones de qué se va a hacer, cómo se piensa, o en general, como una forma de apertura.

Gottman explica que es inevitable que existan momentos de enojo, crítica y queja (y es importante saber manejarlos y no dejar que ahogen una relación), pero lo fundamental es que haya una aceptación y una retroalimentación mutua de ideas, pensamientos, opiniones, sentimientos, etc. Mientras que la mayoría de las mujeres toma en cuenta a su pareja masculina y se deja influir por ella, esto no ocurre tanto entre hombres. Quizás porque sólo el 35% de los hombres son emocionalmente inteligentes (según mediciones de Gottman), algo que parece tener que ver con que los hombres crecen en un entorno competitivo que no toma tanto en cuenta los sentimientos y las emociones, sino los resultados (se trata de ganar e imponerse, no de formar acuerdos y empatizar). Asimismo, los hombres suelen aprender que mostrar sus emociones es un signo de debilidad. 

Dentro de una relación de pareja es probable que algunos hombres estén rechazando la influencia de su pareja, temiendo que esto signifique una pérdida de poder. El hombre emocionalmente inteligente sabrá, sin embargo, interesarse y darle valor a las emociones de su esposa, pues esto es la base del respeto. El doctor Gottman sugiere que los hombres deben cultivar esta atención a los sentimientos de su pareja, ya que muchas veces ni siquiera son conscientes de su cerrazón.

Es bastante obvio que la comunicación es central en una relación, pero el matiz importante tiene que ver con que escuchar sea verdaderamente eso, dejar que las palabras e ideas de otra persona entren sin prejuicios o bloqueos. Esto es lo que significa la palabra influencia, dejar que fluya por dentro algo del otro en nosotros.