Cuando nos enamoramos es inevitable poner unos cuantos toques de idealización sobre la otra persona, y casi siempre aumentamos un poco sus cualidades y minimizamos sus defectos. ¿Cómo se puede entonces saber si estás en una relación que verdaderamente vale la pena y puede funcionar muy bien, o te estás autoengañando y respondiendo a los efectos neurofisiológicos del enamoramiento?
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Existen indicadores clave, y aquí te compartimos los seis principales:
1. Te sientes libre de ser tú y puedes asumirte tal cual eres, sin necesidad de esconder tus debilidades, exagerar tus atributos o simular que tienes gustos diferentes a los que realmente tienes.
2. Es una relación en la que ambos experimentan estados emocionales sanos y constructivos: alegría, apoyo, comprensión, entusiasmo, complicidad, admiración, respeto, crecimiento personal, honestidad, confianza, diversión, buena sexualidad, etcétera.
3. Comparten los mismos valores y muchos de sus intereses más importantes. Tienen más de un espacio de convivencia y muchas cosas para hacer juntos.
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4. Viven el presente y ven el futuro juntos; tienen planes de crecer en pareja, de avanzar en la relación.
5. Están dispuestos a enfrentarse a los problemas, a ponerse de acuerdo para resolverlos, a negociar, a hablar lo que se tenga que hablar para cuidar la relación.
6. Son pareja, pero también individuos. Aman estar juntos pero también respetan el espacio individual del otro, así como las actividades, familia y amistades. Hay compromiso y entrega, pero también libertad.
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Llegar a una relación así requiere que estés preparado(a) para ello. Es importante que trabajes en tu propio desarrollo personal, en sanar tus heridas emocionales y fortalecer tu autoestima. Recuerda que en esta vida tenemos aquello que creemos que merecemos.