Miranda Gray, la reconocida escritora y artista, autora del best seller Luna roja, se basa en la idea de recuperar el poder natural del ciclo femenino de 28 días y desmitificar todo lo que rodea la menstruación, que muchas veces es motivo de vergüenza, ya que se ha arraigado la idea de la impureza de la sangre menstrual.
A través de su propia experiencia al vivir su período menstrual, la autora descubrió que era importante que todas las mujeres se reconciliaran con esa parte de su sexualidad y de su feminidad, para dejar de avergonzarse por su menstruación y empezar a verla como un regalo maravilloso, y así poder tener una vida más plena y feliz.
Al respecto, Grey ha escrito diversos libros, entre ellos Las 4 fases de la luna roja. Cómo sacar el mejor partido a cada fase de tu ciclo menstrual, en el que incluye el llamado “ciclo de la luna roja”.
Se trata de un diagrama que utiliza la imagen simbólica de la luna y muestra las cuatro fases generales del ciclo menstrual femenino.
El ciclo femenino comienza el primer día del sangrado, momento en el que da inicio la primera fase, simbolizada por la luna nueva. Esta etapa dura entre 3 y 5 días, y es un momento de “muerte” e introspección, ya que se cierra un ciclo y comienza otro.
Es en esta fase donde la mujer puede contactar con su parte oscura, fría y receptiva. Es un momento de liberación en el que se deja atrás lo viejo para darle la bienvenida a lo nuevo. Es una oportunidad para morir y renacer cada mes.
Lo que se recomienda para esta fase es descansar, dormir y meditar. Sin embargo, la sociedad exige que las mujeres vivan estos días como cualquier otro, lo cual puede ocasionarles cansancio e irritabilidad.
Lo que viene después de la muerte es el renacer y a esto es a lo que corresponde esta etapa preovulatoria, en la que el cuerpo de la mujer comienza a prepararse para gestar un nuevo óvulo. Es el momento en el que la mujer se libera de su ciclo procreativo y se centra más en su propio ser.
Así, es una etapa dinámica y radiante, en la que las mujeres suelen sentir confianza en sí mismas y les surge la necesidad de socializar. La concentración y la ambición se vuelven más fuertes, por lo que es en esta etapa del ciclo donde la mujer puede centrarse más en su trabajo.
Esta etapa representa un buen momento para planificar, organizar, encontrar soluciones e iniciar proyectos. Además, la sexualidad en esta fase suele ser fresca y juguetona, y el deseo se incrementa.
Esta fase comienza cerca de la ovulación, por lo que su energía estará más en consonancia con la abnegación y el cuidado de otros, ambos relacionados con la maternidad. Aquí la mujer puede tener menos interés por sí misma y estar más dispuesta a ayudar a los demás.
Esto se debe a que la energía de esta etapa favorece su empatía y su capacidad de escucha y de cuidado hacia otros. Pero hay que tener cuidado con esto, para no caer en la trampa de decir que sí a todo y convertirse en el salvavidas de todo mundo.
La sexualidad de la mujer en esta etapa suele manifestarse como una experiencia de amor profundo y el deseo de compartir. Además, es una etapa en la que está muy en contacto con su mundo interior, con su psique, sus sueños, su imaginación. Son recomendables actividades las creativas y artísticas para realizar con las manos, como el tejido, la pintura y el barro.
En esta etapa, el óvulo ya ha sido liberado y no ha sido fecundado. Comienza entonces en las mujeres una necesidad de profundizar en el lado más interno de su ser.
Esta es una fase de gran creatividad, donde se puede aprovechar la energía para explorar distintos tipos de expresión creativa. Aunque disminuyen la capacidad de concentración y la tolerancia ante lo mundano, se incrementan la intuición y la capacidad para soñar.
La mujer se enfrenta con la idea inconsciente de no haber sido fertilizada y con la idea consciente de que se avecina el momento del sangrado, lo cual suele suscitar ciertos conflictos internos, que se traducen en irritabilidad y cambios emocionales: lo que se conoce como el síndrome premenstrual.
Y entonces, el ciclo vuelve a empezar.
Una idea que propone Grey en su libro es la de llevar un diario para escribir cómo te sientes cada día en los aspectos físico, mental y emocional. Incluso puedes agregar los sueños que recuerdes de cada noche. Esto es de gran ayuda para comenzar a reconocer las distintas fases de tu ciclo y la manera como te sientes en cada una de ellas.
Te sorprenderás cuando encuentres coincidencias en lo que ocurre los mismos días de cada mes. Además, podrás identificar cuáles son los días en los que te sientes con más y menos energía, más y menos creativa, soñadora, irritable, inestable, equilibrada, empática, etcétera.
Así tendrás la capacidad de conocerte y comprenderte mejor, para entender por qué hay días en los que no tienes ganas de ver a nadie y otros en los que eres la persona más sociable, o por qué de pronto no quisieras salir de la cama, mientras otros días te sientes llena de energía y creatividad. Y lo más importante, al entender todo esto dejarás de juzgarte y avergonzarte por lo que ocurre en cada momento de tu ciclo.