Muchas parejas heterosexuales tienen la idea errónea de que a la mujer le basta con la penetración para alcanzar el orgasmo, cuando en realidad es todo lo contrario, pues la estimulación vaginal por sí misma no es suficiente para alcanzar el nivel de excitación y placer necesario para llegar al clímax.

 

A diferencia de los hombres, que pueden excitarse mucho más fácilmente a través de la estimulación del pene, las mujeres requieren de una exploración más detallada de todo su cuerpo y, en especial, el principal secreto de cómo llegar más fácilmente al orgasmo se encuentra en algo tan pequeño y poderoso como el clítoris, con sus miles de terminaciones nerviosas.

 

Además, para poder disfrutar realmente del placer sexual, las mujeres necesitan sentirse relajadas, seguras y libres de ansiedad o vergüenza, en lo cual, el rol de su pareja como apoyo y motivación es fundamental.

 

Las siguientes recomendaciones te pueden ayudar a tener más y mejores orgasmos; si eres mujer, revísalas y aplícalas por ti misma, pero también compártelas con tu pareja; y si eres hombre, empieza a incluirlas en el juego sexual con tu pareja, seguro te lo agradecerá y ambos lo disfrutarán al máximo.

 

Relájate

Por contradictorio que pueda parecer, el primer paso para tener un orgasmo es tratar de no pensar demasiado en tenerlo. Si ejerces una presión excesiva sobre ti misma para llegar a él, no podrás acceder al estado de ánimo relajado que a menudo es necesario para alcanzar el clímax. Así que olvídate de eso y de todos tus pendientes o preocupaciones y dedícate únicamente a disfrutar de ese momento, ya sea mediante el autoerotismo o en compañía de tu pareja.

 

Explora tu cuerpo y ámalo como es

Muchas veces se critica a los hombres por no conocer bien la anatomía femenina ni sus puntos de mayor placer, pero ¿qué tanto conoces tú misma tu cuerpo?, ¿sabes en qué zonas te resultan más placenteras las caricias?, ¿alguna vez has visto tu vulva?, ¿sabes cómo se ven y cómo se sienten tus labios vaginales y tu clítoris? 

 

Si la respuesta es no, es momento de que recorras cada tramo de tu piel con tus manos y con distintas texturas, como plumas, hielo, crema, aceite para masaje, etcétera. Encuentra los puntos más sensibles y descubre qué tipo de toques, presión o caricias te gustan más. 

 

Este punto también te ayudará a tener una mayor seguridad en ti, para que aceptes y ames tu cuerpo, de modo que esas imperfecciones que te molestan no sean un obstáculo para dejarte llevar por el placer; recuerda que tu cuerpo no tiene que ser perfecto para gustarle y excitar a tu pareja, pues la sensualidad va mucho más allá de la apariencia. Una persona segura es una persona mucho más sexy.

 

Y, por otro lado, también es hora de que tomes un espejo y mires tu vulva mientras exploras con tus dedos tus labios vaginales, tu clítoris y tanto la entrada como el interior de tu vagina. Pon atención a las diferentes texturas y temperaturas que sientes al aplicar diferentes tipos de presión, para así saber de qué forma te gusta ser tocada y qué tipo de movimientos en tus genitales te ayudan a aumentar el placer y la excitación.

 

Mantén una comunicación abierta con tu pareja

Una vez que sepas qué y cómo te gusta a la hora de sentir placer, no te quedes con esa información, ¡compártela con tu pareja! Y también pregúntale qué es lo que le gusta y lo que no, para que ambos se conozcan mejor en ese aspecto y puedan disfrutar mucho más de sus encuentros sexuales.

 

Así, es importante mantener una comunicación clara y abierta con tu pareja, libre de pena y prejuicios, para que ambos puedan hacerse saber mutuamente lo que quieren, lo que más les gusta, lo que prefieren evitar y las fantasías que les gustaría hacer realidad.

 

Anímate a usar juguetes sexuales

Para disfrutar plenamente del sexo, una de las cosas más importantes es que te liberes de los prejuicios y tabúes. Si aún no lo has hecho, puedes experimentar nuevas experiencias y sensaciones al incluir juguetes sexuales tanto en tus sesiones de autoplacer como al estar con tu pareja.

 

Opciones hay muchas, así que deja la pena a un lado y visita una sex shop (ahora que todavía no es recomendable salir mucho de casa, puedes hacer compras en línea), revisa el catálogo de productos disponibles y elige aquellos que vayan mejor contigo y con tu pareja.

 

De acuerdo con los especialistas y con las mujeres que los usan, los vibradores son el mejor amigo del orgasmo, porque proporcionan una sensación profunda e intensa, que te conducirá a los niveles más altos de excitación y placer. 

 

Pero si nunca los has usado, lo más recomendable es que empieces por frotarlos primero sobre tu ropa interior y ya después hacerlo directo sobre la piel. Si es necesario, coloca un poco de lubricante, y recuerda lavarlo muy bien después de cada uso para evitar la acumulación de bacterias que podrían causarte infecciones. 

 

No descartes el uso de lubricante

Aunque la vagina tiene una lubricación natural, muchas mujeres tienen problemas de sequedad vaginal, así que el uso de lubricante siempre es una opción recomendable cuando se trata de tener sensaciones más placenteras, ya sea en solitario o con tu pareja. 

 

Incluso si no tienes problemas para que tu vagina lubrique y se mantenga húmeda, el lubricante puede sentirse increíble e intensificar las sensaciones. Así que conviértelo en parte del juego, tanto al masturbarte como durante los juegos previos con tu pareja y, por supuesto, durante la penetración. 

 

Practica la respiración consciente

Usa el poder de la respiración para estar en contacto con tu cuerpo. Al concentrarte en respiraciones profundas y conscientes puedes acceder a un estado de relajación más profundo, que puede facilitar un camino más fácil hacia el orgasmo.

 

En las prácticas sexuales tántricas, la respiración también se usa como una herramienta para hacer que el orgasmo dure más e incluso para tener múltiples orgasmos, porque puede ayudar a distribuir las sensaciones placenteras a través del cuerpo, en lugar de avanzar hacia sólo una gran "liberación" de la energía.

 

Por otro lado, la respiración te ayudará a mantenerte en el momento presente, a que te olvides de las cuentas por pagar, de tus kilos de más o de si tu pareja va a notar o no tu celultis; podrás aplicar esta técnica de atención plena para dedicarte únicamente a disfrutar de las sensaciones que la práctica sexual despierta en todo tu cuerpo.

 

Rompe con la rutina

No hay nada menos sexy que hacer del sexo algo rutinario… con horarios programados, en el mismo lugar y con las mismas posiciones, etcétera. Rompe con eso y, junto con tu pareja, pónganse creativos. 

 

Prueben con tener relaciones sexuales en los lugares que no son habituales: la sala, la cocina, el jardín (si la privacidad lo permite), el cuarto de baño, o por qué no, escápense a un motel temático de vez en cuando. Y también atrévanse a probar nuevas posiciones y prácticas, como usar juguetes sexuales, disfrazarse, usar lencería erótica, practicar juegos de rol… en fin, el límite está en su imaginación.