Actualmente, la masturbación sigue siendo un tema tabú, acerca del cual circulan una gran cantidad de mitos, rumores e información falsa, contradictoria e infundada, por lo que muchas personas mantienen la creencia de que es una práctica negativa para la salud y el bienestar.

 

Lo más importante que debes saber es que la práctica de la masturbación no ocasiona ningún daño mental, emocional ni físico (claro, a menos que decidas introducir el tu cuerpo algún objeto extraño o que no haya sido creado específicamente para este fin), mientras que no practicarla tampoco te afectará. Al final, hacerlo o no es una decisión muy personal que depende solo de ti y de lo que te hace sentir bien.

 

A continuación te hablaremos de cómo afecta a tu cerebro esta práctica, para que puedas tomar una decisión más informada sobre si incorporarla o no a tu rutina habitual.

 

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Se producen las hormonas de la felicidad

La masturbación hace que tu cerebro segregue hormonas que pueden afectar positivamente tu estado de ánimo y tu salud física, las cuales, además, están asociadas con la reducción del estrés, la vinculación y la relajación. Por esta razón, masturbarte puede ayudar a que te sientas mejor cuando tu estado de ánimo es bajo. Entre las hormonas que se producen durante esta práctica se encuentran las siguientes:

 

Dopamina: Es una de las llamadas "hormonas de la felicidad" y está relacionada con el sistema de recompensa del cerebro. Es la que se encarga de motivarte bajo una promesa de “recompensa”. 

 

Endorfinas: Son el analgésico natural del cuerpo, pues ayudan a disminuir el dolor, tanto físico como emocional. También tienen efectos desestresantes y estimulantes del estado de ánimo.

 

Oxitocina: Esta hormona a menudo se llama la hormona del amor y se asocia con la vinculación social. Entre otras situaciones, se produce durante la actividad sexual, especialmente durante el orgasmo y es la que ayuda a contraer las fibras musculares que permiten la eyaculación y las contracciones uterinas.

 

Testosterona: Esta hormona se libera durante las relaciones sexuales para mejorar la resistencia y la excitación. También se libera cuando tienes fantasías sexuales.

 

Prolactina: Una hormona que juega un papel importante en la lactancia, también influye en el estado de ánimo y el sistema inmunológico.

 

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Puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad

Las hormonas mencionadas previamente juegan un papel importante cuando se trata de combatir el estrés y relajarse, ya que ayudan a entrar en un estado placentero y agradable.

 

La oxitocina en especial juega un papel importante en la regulación del estrés y la reducción de la ansiedad, ya que su presencia en el organismo ayuda a reducir la presión arterial y disminuir los niveles de cortisol, que es la hormona asociada con el estrés.

 

Entonces, si quieres aliviar un poco la tensión después de un duro día de trabajo, masturbarte podría ser una buena técnica de relajación.

 

Puede ayudar a conciliar el sueño

Muchas personas usan la masturbación para conciliar el sueño; esto se debe a la sensación de relajación que produce, lo cual crea el estado físico y mental adecuado para liberar la tensión y prepararse para el descanso.

 

La oxitocina y las endorfinas están asociadas con la relajación, por lo que tiene sentido que la masturbación te ayude a dormir, especialmente si el estrés y la ansiedad son factores que te quitan el sueño.

 

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Puede mejorar la autoestima y la aceptación corporal

Dicen que no se puede amar lo que no se conoce, así que para poder amar y aceptar tu cuerpo, es importante que lo conozcas y una forma de hacerlo es explorarlo a través de la masturbación. 

 

Por otro lado, esta práctica también contribuye a mejorar la autoestima, pues con ella aprendes a disfrutar de tu propio cuerpo y descubrir qué es lo que te hace sentir placer; así, masturbarte puede ser una forma de practicar el amor propio, conocer tu cuerpo y pasar tiempo de calidad a solas.

 

Puede mejorar tu vida sexual

Muchos terapeutas sexuales sugieren masturbarse regularmente, independientemente de si eres soltero o tienes pareja, ya que esta práctica puede ser excelente para mejorar tu vida sexual. Puede ayudarte a mantener un impulso sexual saludable, además de aumentar el deseo sexual, tener una función sexual positiva, así como mejorar el bienestar sexual general.

 

Masturbarte también puede ayudarte a descubrir qué es más placentero y agradable para ti, lo que te permitirá mostrarle a tu pareja lo que disfrutas más en el sexo.

 

¿Y qué pasa si la masturbación no es para ti?

A pesar de todos estos beneficios relacionados con la masturbación, como todo en la vida, esta práctica no es para todos; hay personas que no la disfrutan y que incluso tienen experiencias negativas con ella, quizás por las creencias que se les han inculcado desde la infancia o por experiencias que han creado una aversión hacia su práctica.

 

Aquí es importante recordar que está totalmente bien no masturbarse, por la razón que sea. Es posible que no te guste la sensación al experimentarlo, o que su práctica esté en contra de tu sistema de creencias familiar o de tu religión, o que simplemente no te interese hacerlo. 

 

Si eliges masturbarte o no, depende de ti, y la decisión que tomes es la correcta para ti, pues nunca debes hacer nada por presión, sino sólo porque tú lo quieres y porque es algo que te hace sentir bien.

 

Si tus creencias o experiencias te impiden disfrutar de la masturbación y quisieras incorporar la práctica a tu vida, lo mejor es que consultes con un terapeuta, psicólogo o sexólogo, para que te guíe en el proceso de empezar a explorar tu cuerpo y disfrutar del autoplacer sin culpa ni prejuicios.