La posición de "misionero" es buena, clásica y prácticamente "la tradicional confiable". Pero, ¿hace cuánto tiempo que no pruebas algo diferente? Ahora que todos se encuentran en casa, difícilmente podrás experimentar algo nuevo con tu pareja como una escapada al hotel, una cena romántica con vino y crear la atmósfera para que un simple "misionero" resulte irresistible, así que en estos momentos, sí o sí, debes reinventarte.
Aquí encontrarás cuatro posiciones sencillas pero que harán que tus relaciones sexuales sean románticas, divertidas y muy sensuales.
Si amas el misionero por el contacto visual y la penetración profunda, esta posición puede hacerlo mucho más divertido y placentero.
Empieza por recostarte bocarriba, levanta las piernas en un ángulo de 45 grados y coloca los tobillos o pantorrillas en los hombros de tu compañero. Permite que te penetre suavemente y se pegue más a tu cuerpo, para que de esta manera puedas medir tu propia elasticidad y no te lastimes.
Poco a poco podrán aumentar la velocidad, así como jugar con las manos y los besos en las piernas.
Pídele a tu compañero que se siente en la orilla de la cama (de preferencia en una esquina), con las piernas un poco abiertas para que puedas sentarte encima, de espaldas a él.
Cuando esté dentro, lubrica sus dedos con saliva o con lubricante, guía su mano hacia tu clítoris y haz los movimientos que te resulten más placenteros; así podrás mostrarle qué tan fuerte o suavemente quieres que frote tu clítoris.
Continúa en esa posición mientras haces fuerza en las piernas, con el clásico movimiento de arriba hacia abajo o de adelante hacia atrás.
La "de perrito" es una de las posiciones que permiten una penetración profunda directa, pero hay formas de hacerlo todavía más intenso.
Colócate en la posición tradicional sobre tus dos manos y pies, pero en lugar de quedarte así, arquea lo más que puedas la espalda para que tu pecho pegue directamente en la cama o sillón. Es necesario que sea un lugar cómodo, pues la fricción puede lastimarte.
Ahora pide a tu compañero que introduzca su pene mientras coloca su mano sobre tu espalda (que no sujete tus nalgas como se hace en la posición "de perrito" normalmente). Esto les dará sensaciones más intensas a ambos.
Si la penetración vaginal no es lo tuyo o simplemente quieres experimentar nuevas sensaciones, no hay nada de malo en probar el sexo anal. Incluso es posible que lo ames.
Asegúrate de usar bastante lubricante y comienza con un solo dedo. Si los dedos son cómodos y placenteros, es seguro comenzar a penetrar con un pene o un juguete, siempre que el juguete tenga una base suave.
Mientras exploras diferentes ángulos de penetración, recuerda asegurarte de pasar un buen momento, que sea placentero y, sobre todo, consensuado. Si algo no te gusta o te duele demasiado, simplemente dilo y paren o tengan paciencia para continuar con la estimulación poco a poco (y recuerden que es necesario usar mucho lubricante para evitar el dolor).
Fotografía de portada: Unsplash