¿Eres de las personas que piensa en todo lo que tiene que hacer al día siguiente o en las compras del supermercado mientras tienes sexo con tu pareja? ¿O realmente estás presente en todo lo que implica ese momento? Con todo el ajetreo diario y las mil preocupaciones, lo mejor que podrías hacer es olvidarte un poco de todo ese estrés y pasar un momento de intimidad pleno y consciente con tu pareja. 

En este caso, practicar meditación puede ser de gran beneficio para que la próxima vez no te sientas tan desconectado del momento. Durante siglos esta práctica se ha utilizado para que te conozcas más, te conectes con tu verdadero yo y no solamente eso sino, lo más importante de todo, te relaciones mucho mejor con los demás y tu entorno. 

Se dice que cuando estás realmente presente en algo, la actividad de tu ínsula se incrementa. Esta es la parte del cerebro que funciona como un canal de comunicación entre diferentes partes del cuerpo. Cuando se activa, puedes percibir las sensaciones físicas de una manera más intensa. Asimismo, puedes sentirte más conectado con tu pareja y con lo que experimentas en ese momento. 

Cuando te encuentras en un estado constante de estrés las hormonas cortisol y adrenalina se disparan, por lo cual no te permiten tener sensaciones placenteras y tampoco te dejan sentirte totalmente presente. La meditación entra aquí, ya que cuando la practicas de manera disciplinada podrás ver cómo tus niveles de estrés en general disminuyen y puedes estar mucho más en sintonía con todo lo que experimentas. No solamente en el sexo, sino también en tu día a día.

Además de la conciencia plena que vas a experimentar durante la intimidad, también hay cierto tipo de meditaciones que te dan un golpe de energía. Si bien existe la idea de que meditar es para relajarte (lo cual es sumamente cierto), también después de la relajación te sentirás con más energía para tu pareja. 

Otro punto importante es que la meditación te ayuda a ser más empático, por lo que podrás sentir mucho más a tu pareja y darte cuenta de lo que realmente le gusta y de las cosas que no disfruta tanto. 

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Guía de meditación antes de la relación: 

1. Respira de forma profunda y lenta. Date cuenta de cada uno de tus sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Reconoce todo lo que sientes y tómate un tiempo para hacerlo de forma consciente. 

2. Después de cinco respiraciones, toma la última exhalación como filtro de todo. Deja ir todo lo que ya no te sirve de tu día y de las relaciones pasadas. No dejes que nada te interrumpa. 

3. Imagina cómo la energía fluye por todo tu cuerpo; para esto puedes también visualizar colores o simplemente una luz que recorre cada parte de tu cuerpo. 

4. Ten en mente cómo quieres que sea el entorno. Puede que no te encuentres en el escenario ideal o que te imagines algo más. Aunque no estés en una playa paradisíaca, tú y tu pareja pueden intentar arreglar el ambiente conforme lo que ustedes quieran. 

5. Date permiso de jugar y vivir la experiencia con todos los sentidos. En el momento en que sientas que te distraes por algo que NO sea tu pareja y el momento, regresa a tu respiración y concéntrate como si estuvieras en un ejercicio de meditación. 

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