Viajar es una de las experiencias más maravillosas y enriquecedoras que una persona puede tener. Por eso dicen que una vez que emprendes un viaje no regresas siendo la misma persona, pues hay muchas cosas en el camino que influyen positivamente en ti. Según Gananci, estas son algunas afirmaciones poderosas para tener una vida extraordinaria.

Aunque hacer un viaje en solitario pueda exponerte a ciertos riesgos, es la única manera de poder conocer tu verdadera esencia. El aprendizaje que obtienes es inmensurable, ya que no sólo aprendes de ti sino del lugar que visitas: una nueva cultura y otras maneras de ver el mundo. Si quieres aprender a estar solo, lee aquí algunas razones para hacerlo.

Si aún no has viajado solo, las siguientes razones te motivarán a salir corriendo por tu maleta:

1. Aprendes a tomar decisiones sin titubear

Cuando estás en la seguridad de tu hogar, sabes dónde encontrar los mejores precios para comer y divertirte. En cambio, cuando viajas, como no conoces nada de lo que te rodea, tienes que valerte de tu intuición e inteligencia para tomar las mejores decisiones. Esto no sólo te convierte en una persona más audaz, sino que también te hará sentir muy independiente.

2. Aprendes a elaborar presupuestos

Todo viajero lleva una cierta cantidad de dinero para los gastos de todo el viaje. Como seguramente no vas a trabajar, debes medir el dinero porque tus prioridades serán completamente distintas. Si quieres ir a la cumbre de aquel volcán, tal vez la mejor manera de ahorrar para esa experiencia sea cocinando tú mismo durante algunas semanas.

3. Aprendes a relajarte más fácilmente

Por más que tengas un plan estricto para tu viaje, pueden surgir muchos contratiempos. Quizá el tráfico te haga perder el tren o te resfríes tras un día lluvioso… Pase lo que pase no debes estresarte, ya que la mejor parte de los viajes son las historias.

4. Aprendes a hablar otro idioma

Si vas a un país donde hablen otro idioma, no te salvarás de aprender así sea lo básico como herramienta de supervivencia. Esto no sólo te ayudará a buscar donde dormir y comer, sino que te dará la oportunidad de conocer personas increíbles de las que podrás aprender lo inimaginable.

5. Aprendes a ser más agradecido

Cuando estás dentro de tu zona de confort, no te das cuenta de las pequeñas cosas que más valen en la vida. En cambio, al estar fuera de tu casa comienzas a valorar más lo que tienes, como las ricas comidas de tu mamá, tu cama y tu familia. ¡Estar solo en un lugar extraño no es nada fácil!

6. Aprendes que las cosas materiales importan poco

En un viaje te das cuenta de que necesitas muy pocas cosas materiales para ser realmente feliz, ya que en la maleta sólo caben las cosas esenciales para sobrevivir. En esta travesía entiendes que los buenos momentos son los que realmente importan y que hay que invertir en experiencias, mas no en cosas materiales.

7. Aprendes a estar contigo mismo

Estamos acostumbrados a salir con nuestros amigos y familiares y tener acceso a ellos con una sola llamada o un mensaje. No obstante, cuando se está lejos y solo, debes aprender a estar contigo mismo quieras o no. Si no dependes de nadie para ser feliz, tu vida será mucho mejor.

8. Aprendes a hacer amigos

El ser humano es sociable por naturaleza, así que por más que estés solo es imposible que no surjan las ganas de querer acercarte a otras personas para hablar. Además, desarrollarás un sexto sentido para poder identificar a otros viajeros con los que podrías establecer una bonita amistad.

9. Aprendes a experimentar cosas nuevas

Es muy cómodo estar en la zona de confort, pero te guste o no, debes salir de ella una vez que viajes. Probarás comida extraña, preguntarás direcciones hasta con señas para hacerte entender, subirás una montaña, harás buceo y cualquier otra cosa que no forme parte de tu vida habitual. Atrévete a descubrir cosas nuevas y emocionantes, pero sin arriesgar tu vida.

Viajar solo será una de las mejores cosas que experimentarás en tu vida, ¿qué esperas para planificar tu próximo viaje en solitario?