Cada año, la mayoría de las personas espera la llegada de diciembre con la ilusión de celebrar la Navidad y el término de un año más, así como el inicio de un nuevo ciclo, que suele estar lleno de esperanzas, buenos propósitos y sueños por cumplir.
Cuando la vida se siente desafiante y estresante, las tradiciones navideñas no sólo brindan alegría sino que proporcionan fuerza interior, amor, conexión y un sentido de pertenencia. Sin embargo, este año la pandemia ha hecho que muchas cosas deban cambiar, y las fiestas decembrinas no son la excepción. Esta vez, esta temporada que suele estar llena de alegría y optimismo se ha tornado agridulce.
En las fiestas de este año, muchas personas ya no estarán presentes; muchas más libran una batalla contra la covid-19 o alguna otra enfermedad; y tantas otras tienen más preocupaciones en la cabeza que ganas de celebrar, debido a los problemas económicos, familiares y a las pérdidas de seres queridos.
Sin embargo, en medio de todo ese caos, entre la alegría y el estrés que provoca la llegada del fin de año, es importante mantener el equilibrio, ser responsables y hacer todo lo necesario para que esta temporada transcurra de la manera más armónica posible para todos. Las siguientes recomendaciones te pueden ayudar a lograrlo.
Hay muchas cosas, como la pandemia, que están fuera de tu control, así que no debes estresarte ni desanimarte porque esta vez no tendrás la Navidad soñada en familia ni la celebración en grande para recibir el Año Nuevo.
Acepta las circunstancias y adáptate a ellas; piensa que las cosas no tienen que ser perfectas para ser agradables y disfrutar de ellas. Celebra la vida y el tener contigo a tus seres queridos; disfruta de su compañía, ya sea físicamente o a la distancia a través de los medios que la tecnología pone a tu alcance. Goza los momentos hermosos, aunque imperfectos, con amigos, familiares, con tu pareja, tus mascotas y contigo mismo.
Cuando comparas, no te permites disfrutar del momento actual tal y como es, porque terminas por sentir nostalgia o frustración. Así que evita comparar las celebraciones de este año con las del pasado o el futuro y vive el momento sin juzgarlo; agradece por lo que tienes hoy, aquí y ahora, y disfruta de ello al máximo.
También es muy importante que evites comparar tus planes con los que tienen las personas que conoces; recuerda que cada quien es diferente, cada quien vive cosas distintas y cada quien tiene diversas posibilidades en estos momentos. Si las publicaciones en las redes sociales te desaniman, tómate un descanso de ellas y mejor disfruta de tu mundo real y todo lo bello que hay en él.
Y piensa que la esencia de estas fechas no está en los regalos ni en lo suntuoso de la cena o las celebraciones, sino en compartir un tiempo con las personas que más te importan (ya sea físicamente o a distancia), así como agradecer por lo vivido a lo largo del año; porque sí, incluso en medio de todo este caos, hay cosas por las cuales agradecer: simplemente, estar vivos y saludables es la más importante de todas.
Te puede interesar: La importancia de la gratitud en medio del caos
En estos momentos existirán dos tipos de personas: las que prefieren mantenerse aisladas y celebrar únicamente con quienes viven en la misma casa y quienes realizarán pequeñas o grandes reuniones con familiares y amigos.
Cualquiera que sea tu caso, evita juzgar a los demás, pues sus decisiones son cosas que salen de tu control, y aunque te enojes y critiques, al final cada quien hará lo que quiera y no puedes hacer nada por cambiarlo ni evitarlo. Así que enfócate en seguir tus celebraciones bajo tus ideas y principios, no desgastes tu energía y deja que los demás hagan lo suyo.
Si vas a organizar o asistir a una reunión, hazlo responsablemente, toma todas las medidas preventivas necesarias y ten presente que el hecho de reunirse implica en sí un riesgo, pues no sabes dónde o con quiénes han estado los demás invitados, por mucho que tú hayas tomado todas las precauciones.
Y si alguien te invita a su celebración pero asistir te hace sentir abrumado o inseguro, lo mejor es que no vayas. No te sientas presionado ni obligado a ir, agradece la invitación, discúlpate por no poder estar presente y, si lo consideras necesario, expresa tus motivos y tu sentir al respecto, siempre con empatía y respeto.
Te puede interesar: ¿Cómo vivir las fiestas decembrinas en tiempos de pandemia?
Si tú y tu familia han decidido permanecer en casa durante las celebraciones decembrinas o les es difícil trasladarse porque se encuentran en distintas ciudades o incluso en otros países, pueden aprovechar las herramientas tecnológicas para sentirse cerca aunque estén a kilómetros de distancia.
Pueden organizar reuniones virtuales a través de videollamadas y compartir la cena mientras charlan, a la par de organizar algunos juegos y abrir juntos los regalos. Esto puede ser de gran ayuda para las personas que deberán estar solas en estas fechas, ya que así se sentirán acompañadas y evitarán sentimientos de tristeza, melancolía y soledad.
En las reuniones decembrinas suele haber personas negativas que sólo van a criticar, juzgar o discutir, y esas actitudes pueden verse incrementadas por la baja energía que la pandemia ha ocasionado en general.
Para evitar que la mala vibra de esas personas te afecte, establece límites y respétalos. Evita caer en sus juegos de crítica, no dejes que sus juicios te afecten y evita enfrascarte en discusiones con ellas.
Lo mejor es mantener la distancia, limitarte a saludar a esas personas negativas por cortesía y, mejor, conversar con los invitados que sean más afines a ti y tu vibración. Y si no te sientes del todo a gusto por la presencia de ese tipo de gente, no dudes en irte temprano del festejo, pues siempre debes poner tu bienestar en primer lugar.
Como ya se dijo, lo más importante para ti debe ser tu bienestar en todos los aspectos. Si organizar o asistir a un festejo en las circunstancias actuales te provoca estrés, ansiedad, temor o inseguridad, analiza bien si realmente quieres hacerlo o si sólo es por compromiso, o porque así es cada año.
Si no te sientes seguro de hacerlo, no lo hagas; ya habrá otros años y otras celebraciones. Encuentra lo que sea mejor para ti, lo que te ayude a mantener tu paz y equilibrio; ten presente que este año nada será igual y que es válido que prefieras estar en casa, aunque sea solo, mientras te sientas bien y tranquilo.
También date un tiempo para reflexionar un poco y analizar lo ocurrido en los últimos meses. Pregúntate: ¿qué lecciones te ha dejado la pandemia?, ¿qué has sacado de esta situación adversa?, ¿cuáles son tus necesidades prioritarias en este momento?, ¿qué tienes que agradecer?, ¿qué deseas para el siguiente año?, etcétera. Agradece por lo bueno, suelta y deja ir lo que te duele o te estanca y llénate de energía para el próximo ciclo.
Este año ha sido un enorme desafío para todos, y el hecho de que estés aquí y estés bien es un gran logro en sí mismo. Así que siéntete agradecido por ello, y que esta temporada y el próximo año llenen tu vida con lo más importante: salud, amor, paz y mucha luz.
Foto de portada: PvProductions / Freepik