Para evitar enfermedades, nada mejor que tener una buena salud, para no darles oportunidad a virus y bacterias de atacar cuando las defensas son bajas. Hoy muchas personas se preocupan por mantenerse sanas y reforzar su sistema inmunológico con un mejor sueño, una alimentación balanceada y actividad física. 

Además de las recomendaciones sobre llevar un estilo de vida saludable, se discute otra medida para apoyar la salud inmunológica y respiratoria: la vitamina D. Este nutriente se asocia con el mantenimiento de una serie de sistemas del cuerpo que funcionan sin problema, incluidos los musculoesqueléticos, gastrointestinales, endocrinos y cardiovasculares. Y ahora, algunos expertos incluso creen que la suplementación con vitamina D podría ayudar a reducir el riesgo de contraer COVID-19.

Sin embargo, es importante señalar que en este momento no existe una cura confirmada o una forma garantizada de evitar contraer COVID-19. En cuanto a las medidas preventivas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia, distanciarse socialmente de otras personas, cubrirse la nariz y la boca con un cubrebocas en público, protegerse la boca y nariz al toser o estornudar, y desinfectar regularmente las superficies de uso frecuente.

Sobre la COVID-19 aún no hay suficiente investigación como para saber si la vitamina D puede ayudar a evitar contagiarse del virus SARS-CoV-2; sin embargo, hay mucha investigación que apoya la conexión de la vitamina D con la inmunidad y la salud pulmonar.

Vitamina D e inmunidad

En una publicación de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) se explica que la vitamina D, que se clasifica como una vitamina liposoluble y una hormona, desempeña un papel importante en la función inmune. Y a pesar de que aún hace falta entender el comportamiento, "no hay desacuerdo entre científicos y médicos de que la vitamina D es importante para el sistema inmunológico", dice David Sinclair, genetista de Harvard, y agrega: "Nuestras células inmunes necesitan vitamina D para funcionar".

En una investigación publicada en el Central European Journal of Immunology se explica que la vitamina D juega un papel crucial en la respuesta inmune al mejorar la producción de agentes antimicrobianos. Además, los hallazgos de un estudio in vitro revelan que la vitamina D activa ciertos genes involucrados en la respuesta inmune.

La doctora Heather Moday dice que "las células inmunes se ven afectadas favorablemente por los niveles de vitamina D". La especialista también señala que la deficiencia de vitamina D se asocia con una mayor frecuencia de infección. También hay evidencia que vincula la deficiencia de vitamina D y las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y el síndrome del intestino irritable, según una revisión de investigación publicada en el Journal of Investigative Medicine. 

Cómo obtener más vitamina D

La forma más común de obtener vitamina D es pasar tiempo al aire libre y recibir los rayos del sol. Sin embargo, si no puedes exponerte a la luz solar puedes obtenerla de otras fuentes. Por ejemplo, hay una serie de alimentos ricos en vitamina D que puedes incorporar a tu dieta.

Algunas de las mejores fuentes incluyen pescado graso (como salmón y atún), aceites de hígado de pescado, yemas de huevo, hongos y productos fortificados. No obstante, la mayoría de los alimentos no tienen niveles suficientemente altos de esta hormona, lo que significa que quizá necesites un suplemento para alcanzar los niveles adecuados. Los NIH recomiendan de 400 a 800 UI de vitamina D al día, pero eso es principalmente para prevenir el raquitismo, una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina D.

Con información de mindbodygreen