Para contener el riesgo de propagación de la pandemia del coronavirus covid-19, se ha implementado el distanciamiento social como una de las medidas de contención, que tendrá consecuencias en muchos niveles, desde una debacle en la economía del país hasta un impacto en la salud mental de sus habitantes.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud se pueden agravar condiciones psiquiátricas preexistentes y problemas como ansiedad, estrés o nerviosismo. La doctora Georgina Chi Lem, gerente médico de Sistema Nervioso Central de Upjohn México, explicó que la reacción ante este nuevo problema de salud, un panorama incierto y la disrupción rutinaria de millones de personas genera un escenario propicio para que dichos conflictos aparezcan.
De acuerdo con el doctor Bernardo Ng Solís, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C., no todo el mundo es capaz de pasar con tranquilidad un período de encierro en el que, además, las constantes noticias sobre la pandemia ocasionan efectos emocionales como hastío, desánimo, enojo, insomnio, tristeza y ansiedad ante la posibilidad de contagiarse. Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que esto también produce un mayor impacto en quienes ya viven con trastornos de salud mental.
En un estudio realizado en poblaciones sometidas a una amenaza que genera miedo o terror, como pandemias, se identificó que más del 80% de las personas expresan manifestaciones sintomáticas de miedo o pánico, por lo que una aproximación racional a la atención en salud mental implica el reconocimiento de las diferencias de vulnerabilidad de los distintos grupos poblacionales.
El doctor Solís asegura que es necesario incluir en todos los programas de salud el manejo correcto de los aspectos psicológicos y sociales de los pacientes, pues una pandemia implica una perturbación psicosocial que puede exceder la capacidad de manejo de los afectados y los gobiernos, de ahí que en una situación como la que el mundo vive, es predecible un incremento en la incidencia de trastornos psíquicos. El especialista indica que si bien algunas manifestaciones psíquicas como ansiedad y estrés son la respuesta comprensible y transitoria ante la situación, hay que estar alerta porque su incremento también puede ser indicador de una condición patológica
Según datos de la Organización Panamericana de Salud, entre una tercera parte y la mitad de la población podría sufrir alguna manifestación psicopatológica según la magnitud del evento y el grado de vulnerabilidad. Algunos criterios para determinar que una expresión emocional se convierte en sintomática son: experimentar por largos períodos los síntomas, sufrimiento intenso, complicaciones asociadas (por ejemplo, conducta suicida) y afectación significativa del funcionamiento social y cotidiano.
Quedarse en casa no tiene por qué convertirse en un problema, particularmente si es por el bienestar propio y de la comunidad. Gabriela Cámara Cáceres, presidenta honoraria de la Asociación Voz Pro Salud Mental señala que "es de especial importancia conservar la calma y no caer en situaciones de pánico, entre ellas hacer compras innecesarias, ya que afectaremos la posibilidad de compra de otros y nuestra propia economía". Cámara comparte una serie de recomendaciones para hacer más llevadera la cuarentena: