Puede ser que no sientas tus uñas frágiles o porosas, pero eso no quiere decir que están sanas al 100%. Por supuesto el aspecto es muy importante (que las uñas no presenten un tono amarillo, suciedad o grietas, por ejemplo), pero un gran indicador para saber si están sanas es comprobar que no se doblen con facilidad.

Las uñas deben ser flexibles, pero firmes. La piel debajo de ellas es sumamente sensible y siempre debe tener un tono rosado. No rojo ni negro, a menos de que te hayas machucado y esto formara un moretón.

Para verificar o reforzar la salud de tus uñas, pon en práctica los siguientes consejos:

Aceite en las cutículas

El cuidado de las cutículas siempre es una buena idea, se tengan o no problemas en las uñas. Esto se debe a que las cutículas deshidratadas pueden provocar daños en el lecho ungueal e infección si no se tratan (sin mencionar que es bastante doloroso).

La rehidratación circundante es clave para un cuidado de uñas de primera. Agrega un aceite para cutículas a tu rutina diaria; muchas opciones incluyen ácidos grasos y vitaminas que nutren las uñas y rellenan las microfisuras de la piel. 

Añade a tu alimentación un suplemento de colágeno

"Pon atención a tu dieta", dice Amy Lin, fundadora de Sundays, una marca de cuidado de uñas enfocada en el bienestar.

"Tus uñas están hechas de proteínas y, naturalmente, necesitan muchas vitaminas". Específicamente, tus uñas están hechas de queratina, por lo que es importante asegurarte de que consumes los aminoácidos que la conforman. Dos de los más populares (y ampliamente estudiados) son la biotina y el colágeno, ya que tienden a ser los más efectivos para apoyar la salud de las uñas. 

En primer lugar, en varios estudios se ha demostrado que la biotina apoya el grosor y la firmeza de las uñas, y con respecto al colágeno, otro estudio mostró que cuando los pacientes tomaron colágeno diariamente durante 24 semanas la salud de sus uñas se mantuvo mejor, con tasas de crecimiento más rápidas, menor rotura y mejor apariencia.

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Empuja la cutícula

Como se menciona al inicio de esta nota, el cuidado de la cutícula es crucial. Pero más allá del aceite, empujar las cutículas hacia atrás con regularidad puede evitar que crezcan demasiado. Cuando la cutícula se vuelve gruesa y crece demasiado en la uña, es difícil empujar hacia atrás y no querrás nunca llegar a ese punto, pues cuando eso sucede, las cutículas son propensas a agrietarse y a infectarse.

Opta por lo natural

Aunque traer uñas de acrílico puede ser adorable, la realidad es que colocar estos productos químicos todo el tiempo puede contribuir a que tus uñas se vuelvan frágiles y quebradizas.

Sin duda es una gran opción cuando la persona no puede dejar de morderse las uñas y busca una alternativa para detenerlo, pero si es simplemente por estética, lo mejor es que dejes descansar un tiempo tus uñas de estos productos para que recuperen su salud natural.

Incluso el gelish es mucho menos dañino para tus uñas, pero procura que antes siempre te den una sesión de manicura para que todo esté limpio y en su lugar. Siempre busca gente profesional que use productos de primera calidad para que no te provoquen infecciones u otras complicaciones.

Protege tus uñas con fortalecedor

El ajo es un secreto milenario de las abuelas, y no es para menos. Hoy en día en casi cualquier farmacia o supermercado puedes encontrar esmalte endurecedor de ajo, sólo asegúrate de que no tenga formaldehído, pues este químico puede dañar tus uñas. 

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