Son los pequeños placeres los que nos hacen disfrutar más una tarde de lluvia o un tiempo a solas. Entre ellos podemos incluir el chocolate, la música y, claro, el café y los libros. Éstos pueden ayudarnos a estar más presentes en el momento, además de generar el impulso que necesita nuestra mente para desarrollar ideas propias. Por si fuera poco, son los aliados perfectos de la medicina preventiva.
Leer y tomar café ayuda a despertar de buenas
La razón por la cual el aroma a café te despierta de manera mucho más placentera que el sonido de una alarma es porque muchos de los cerca de 800 compuestos que hay en el café llegan directamente a los receptores de aroma que disparan la actividad cerebral, sobre todo en el centro de placer.
Asimismo, envían la señal de que el cuerpo está por recibir una dosis de cafeína estimulante. Una vez que tomas tu primer sorbo, las moléculas de cafeína viajan al cerebro y se unen a los receptores de adenosina, un neuroquímico que se encarga de regular la somnolencia. A través de esta unión, las células cerebrales se activan ayudándote a estar alerta.
Para mantener la sensación de bienestar generada por ese buen despertar y rendir al máximo a lo largo del día, lo ideal es leer. Leer estimula la conectividad cerebral, lo cual ayuda a resolver problemas con facilidad, ser más creativo y realizar mejores procesos de cognición y memoria. Aunado a ello, despertar y activar la imaginación mejora el estado de ánimo para comenzar bien el día.
El café y los libros nos hacen más sabios
Tanto el café como los libros son conocidos por estimular nuestro pensamiento libre e intelectual; por eso los han prohibido en diferentes momentos de la historia. Por una parte, los científicos han encontrado que el café causa excitación cerebral ayudando a generar una acelerada asociación de ideas. A su vez, la lectura promueve cierto tipo de asociaciones y reflexiones que permiten generar empatía. Al profundizar en la vida, experiencias y sentimientos de los personajes, aprendemos a ponernos en el lugar de otros, a analizar diferentes puntos de vista y a compararlos con los propios. Esto, como consecuencia, nos libera de prejuicios, nos obliga a ser más críticos con la información que recibimos y nos hace más solidarios con los demás.
Tomar café y leer es bueno para la salud
Según estudios recientes, el proceso neurodegenerativo del Párkinson puede desacelerarse gracias a la cafeína. Además, 200 miligramos de esta sustancia tienen un efecto potenciador de la memoria hasta 24 horas después de haberla consumido.
Otros estudios han encontrado que un elemento presente en el café crea conexiones entre las neuronas e incrementa los niveles de un factor estimulante de colonias de granulocitos, lo cual puede ayudar a prevenir el Alzheimer. Esta enfermedad también se previene a través de la lectura, la cual reta al cerebro a procesar información de diferentes maneras. De hecho, los neurobiólogos han descubierto que leer puede cambiar la estructura cerebral generando mayor conectividad entre diferentes zonas del cerebro.
Por último, un estudio afirmó que leer reduce el estrés –la mayor amenaza para la salud en el presente– en un 68%, más que escuchar música o tomar un té relajante. Desacelera el ritmo cardíaco y reduce la ansiedad y la tensión muscular, todo lo cual previene problemas de presión arterial, enfermedades del corazón y depresión.
Elige una buena historia y pon a tostar los granos de tu café favorito porque lo que antes hacías por placer, ahora lo harás también por salud.
*Recuerda que la cafeína en exceso –y todo en exceso– puede perjudicar tu salud; siempre tómala mesuradamente.