Los probióticos son cepas de bacterias vivas que resultan benéficas para la salud, sobre todo para el equilibrio de la microbiota intestinal; pero eso no significa que no tengan efectos secundarios.
Y es que cuando los empiezas a consumir con regularidad, los primeros días puedes experimentar algunos cambios desagradables, los cuales duran poco tiempo y valen la pena a cambio de los beneficios que obtendrás a largo plazo.
En general, los probióticos se consideran seguros para tomar y no te causarán efectos secundarios negativos importantes si estás sano. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar algunos cambios levemente desagradables mientras el organismo se adapta a la presencia de esas nuevas bacterias benéficas. La buena noticia es que esos efectos secundarios tardan poco tiempo en desaparecer; y los más comunes son los siguientes:
Gases e inflamación. Son los efectos secundarios más comunes al empezar a consumir probióticos, y se deben a una respuesta normal que ocurre cuando introduces una nueva bacteria en tu ecosistema intestinal. A medida que el microbioma intestinal se ajusta, las bacterias pueden producir gas como subproducto y el gas atrapado provoca hinchazón. La buena noticia es que en unos días pasará.
Irregularidad intestinal. Los probióticos pueden disminuir el tiempo de tránsito o la rapidez con que los alimentos y los desechos se mueven a través del sistema digestivo. Lo que suele suceder es que tendrás evacuaciones más espaciadas al principio, lo cual sí puede ser incómodo; pero a medida que tu cuerpo se adapta, esta irregularidad se resolverá por sí sola y tendrás evacuaciones intestinales más regulares.
Dolores de cabeza. Algunos alimentos probióticos contienen sustancias llamadas aminas, que pueden desencadenar dolores de cabeza, especialmente en personas sensibles a ellas. Este efecto secundario no suele ser un problema con los suplementos probióticos, pero puede desarrollarse si aumentas repentinamente la ingesta de alimentos ricos en probióticos, como el chucrut y el yogurt.
Los efectos secundarios desagradables iniciales generalmente desaparecen dentro de las dos primeras semanas, cuando el microbioma intestinal comienza a alcanzar su nuevo estado de equilibrio. Muchas personas comienzan a experimentar beneficios de apoyo intestinal a los pocos días de empezar a tomar probióticos, pero realmente depende de qué tan desequilibrado esté el intestino y qué cepas se consumen. Así que cada caso es distinto, pero los malestares no deberían durar más de 2 o 3 semanas.
Si los efectos desagradables se prolongan, es recomendable consultar con el médico para asegurarse de que no haya algo más debajo de la superficie. Por ejemplo, para quienes padecen del síndrome del intestino irritable, los efectos secundarios pueden ser más intensos y duraderos.
Una vez que superes las cosas no tan agradables, los siguientes son los principales beneficios a largo plazo que obtendrás al consumir probióticos:
Menos inflamación abdominal. Por lo general, la inflamación es causada por un desequilibrio de bacterias buenas y malas en el intestino. Agregar más bacterias buenas para eliminar las malas contribuye a reducir los gases y la hinchazón, ya que así se mantiene un equilibrio microbiano saludable en el intestino.
Mejor digestión y adiós al estreñimiento. Las bacterias buenas de los probióticos mejoran la digestión, lo que significa que tendrás evacuaciones más regulares y no te verás afectado por el estreñimiento.
Tus niveles de energía aumentarán. Los probióticos ayudan al cuerpo a utilizar y absorber los nutrientes de manera adecuada. Cuando el organismo recibe la cantidad correcta de vitaminas y minerales, eso significa que tendrás más energía, te sentirás mejor en general y tendrás ganas y ánimo de terminar con tus pendientes y de dedicar tiempo a lo que más te gusta.
Tu sistema inmunológico te lo agradecerá. Cuanto más tiempo tomes un probiótico, más diverso se volverá tu microbioma y más fuerte se volverán tanto tu sistema inmunológico como tu tracto gastrointestinal. En otras palabras, a medida que el microbioma intestinal se equilibra, el sistema inmunológico recibe apoyo y se fortalece. De hecho, ¿sabías que más del 70% del sistema inmunológico se encuentra en el tracto digestivo?
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Inicialmente, los probióticos pueden causar cambios no deseados como gases, hinchazón y dolores de cabeza ocasionales, pero si su consumo es constante, estos efectos deberían desaparecer en aproximadamente 2 semanas y los beneficios a largo plazo valen totalmente la pena.