Hacer ejercicio no sólo es benéfico cuando quieres bajar de peso, tener un sistema cardiovascular resistente, deshacerte del estrés y mejorar tu estado de ánimo. También es muy bueno para mantener en forma al cerebro y prevenir los deterioros cognitivos que llegan con el envejecimiento.
Cuando realizas alguna actividad física el flujo sanguíneo aumenta en todo el cuerpo, y también en el cerebro. Esto permite que le llegue una mayor cantidad de oxígeno, que lo hace funcionar mejor.
Además, el hipocampo, que es esencial para el aprendizaje y la memoria, está muy activo cuando te ejercitas, y esto mejora la función cognitiva. Por otro lado, las personas físicamente activas tienden a tener mayor volumen cerebral que las que no se ejercitan, y esto conduce a un mejor rendimiento cognitivo.
De acuerdo con un estudio del Instituto Beckman de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, los adultos mayores que se ejercitan regularmente registran mayor actividad cerebral que quienes no lo hacen, y esto se traduce en un mejor rendimiento cognitivo para quienes se mantienen activos y en forma.
En el artículo "Por qué elegir el ejercicio ideal podría tonificar tu cerebro", publicado en la revista New Scientist, se mencionan diversos estudios científicos que confirman que los ejercicios físicos tienen un efecto en el cerebro y se señala cuáles son las disciplinas que brindan mayores beneficios para la salud cerebral.
Estudios realizados por la Universidad British Columbia de Vancouver, Canadá, indican que la combinación de levantar pesas y el ejercicio aérobico puede ser particularmente benéfica para la salud cerebral.
Los ejercicios aeróbicos, como correr, andar en bicicleta, nadar y caminar, hacen que llegue un mayor flujo de sangre y oxígeno al cerebro, lo cual lo activa y mejora sus funciones.
Los entrenamientos de fuerza hacen que se libere una molécula que afecta la comunicación entre las células cerebrales y propicia el crecimiento de nuevas neuronas y vasos sanguíneos. Además, la actividad anaeróbica disminuye los niveles de homocisteína, una molécula inflamatoria que aumenta en los cerebros de los adultos mayores con demencia.
Peter Lovatt, un psicólogo de la Universidad de Hertfordshire en el Reino Unido, dedicado a estudiar los beneficios de la danza, sugiere poner música y dejarse llevar por el ritmo, ya que el movimiento espontáneo es positivo para el pensamiento divergente.
Esta recomendación surge tras un estudio en el que, después de realizar una sesión de baile improvisado, los participantes dieron respuestas más creativas a los problemas que se les presentaron al inicio, así que sus soluciones fueron más acertadas que cuando no se bailaba y se realizaba una sesión estructurada.
Los deportes que requieren tomar decisiones en fracciones de segundos ayudan a mejorar la función cognitiva, lo que contribuye a reducir los problemas asociados con el envejecimiento.
Estas actividades deportivas, en las que es necesario moverse constantemente, pensar y actuar rápido para adaptarse a los cambios constantes, ayudan a contrarrestar los problemas de aprendizaje, de la memoria y los tiempos de reacción. Aquí se incluyen disciplinas como futbol, básquetbol, voleibol, esgrima, tenis de mesa y hockey, entre otros.
Así, los especialistas en medicina deportiva coinciden en que la actividad física ofrece beneficios a cualquier edad y aseguran que más vale comenzar tarde que nunca, aunque los beneficios aumentan si se empieza desde la niñez.