La incontinencia urinaria se refiere a la pérdida del control de la vejiga, lo cual hace que existan fugas de orina o que las personas no alcancen a llegar a tiempo al baño cuando sienten ganas de orinar. Se trata de una condición frecuente y que suele afectar la vida cotidiana de quienes la presentan, debido a la vergüenza que les ocasiona tener pérdidas repentinas de orina.
Para entender mejor en qué consiste la incontinencia y por qué sucede, es necesario recordar que el cuerpo almacena la orina en la vejiga. Cuando ésta se llena es cuando se siente la necesidad de orinar. Durante la micción, los músculos en la vejiga se contraen para hacer que la orina pase a un tubo llamado uretra. Al mismo tiempo, los músculos alrededor de la uretra se relajan y dejan que la orina salga del cuerpo. La incontinencia ocurre cuando los músculos se relajan sin querer y sin previo aviso.
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Es importante tener claro que la incontinencia urinaria no es una enfermedad, sino un síntoma o una consecuencia. Puede ser causada por determinados hábitos diarios, enfermedades de fondo o problemas físicos. Por ello, si se presenta es importante acudir a una revisión médica para tratar lo que la ocasiona.
Aunque suele pensarse que la incontinencia sólo afecta a las personas de edad avanzada, en realidad puede presentarse desde los 30 años. Afecta principalmente a las mujeres y puede estar ocasionada por diversos factores, entre los que destacan haber tenido múltiples partos, como consecuencia de infecciones urinarias y vaginales, así como como del estreñimiento, e incluso como reacción secundaria de algunos medicamentos.
En caso de que la incontinencia sea constante y permanezca por más tiempo, puede deberse al debilitamiento o hiperactividad de los músculos de la vejiga, a un daño en los nervios que controlan la vejiga (debido a enfermedades como la esclerosis múltiple o el Parkinson), al bloqueo en la vía urinaria por una próstata agrandada en los hombres y a enfermedades como la diabetes.
Los cambios hormonales pueden provocar incontinencia de esfuerzo en mujeres embarazadas y en las que se encuentran en la etapa de la menopausia, mientras que el parto vaginal puede debilitar los músculos necesarios para controlar la vejiga, así como dañar sus nervios y el tejido que la sostiene, lo cual también se asocia a la incontinencia.
En personas de edad avanzada, el envejecimiento del músculo de la vejiga puede disminuir la capacidad de almacenar orina. Además, las contracciones involuntarias de la vejiga se vuelven más frecuentes con el paso del tiempo.
Tener sobrepeso y obesidad son también un factor de riesgo. El exceso de peso aumenta la presión sobre la vejiga y los músculos circundantes, lo que los debilita y da pie a que existan pérdidas involuntarias de orina.
Finalmente, el consumo de tabaco puede aumentar el riesgo de padecer incontinencia urinaria. Así que aquí tienes un motivo más para dejar de fumar.
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Aunque es complicado prevenir la incontinencia urinaria ya que, como se dijo, no se trata de una enfermedad, lo que sí puedes hacer es mantener hábitos saludables y atender a tiempo cualquier malestar o infección relacionado con ella. Algunos puntos que pueden ser útiles para ayudar a reducir el riesgo de padecerla son:
- Mantener un peso saludable
- Realizar actividad física
- Practicar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico
- Evitar alimentos que irriten la vejiga, como la cafeína, el alcohol y los alimentos ácidos
- Incluir suficiente fibra en la dieta para prevenir el estreñimiento, que es una causa de incontinencia
- No fumar o dejar de hacerlo
- Ir al baño cuando sientas ganas de orinar y no aguantarte innecesariamente
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"Llamamos incontinencia urinaria a la pérdida involuntaria de orina y a pesar de su prevalencia, no se consulta con un especialista, ya sea por miedo o pena. Sólo el 25% de las mujeres afectadas buscan atención y, de ellas, menos de la mitad recibe tratamiento", explica la especialista, quien agrega que "la incontinencia no tratada se asocia con caídas y fracturas, trastornos del sueño, depresión e infecciones del tracto urinario".
La doctora explica que los pacientes llegan después de mucho tiempo ocultando sus síntomas y sufriendo, por lo que es habitual que digan que es la primera vez que escuchan que la incontinencia se puede tratar de forma no quirúrgica.
¿Por qué es tabú hablar de incontinencia urinaria? De acuerdo con la doctora Álvarez, la incontinencia es un tema tabú porque se asocia a falta de control de los esfínteres, lo que a su vez se relaciona con la inmadurez en los niños y a problemas de la gente mayor. En muchas ocasiones, este estigma lleva a los paceintes al aislamiento y la pérdida de autoestima.
Además, "las mujeres solemos acostumbrarnos al dolor, a la incomodidad y muchas veces dejamos nuestro cuidado en último lugar por cuidar de nuestra familia", comenta la doctora Álvarez.
Por su parte, la fisioterapeuta Nallely Silva, del Centro Sacre, comenta que es muy importante que las personas que padecen incontinencia urinaria dejen la pena a un lado y consulten a un especialista que les ayude a encontrar la mejor soluciónpara su caso específico y así puedan tener una mejor calidad de vida.
“La incontinencia urinaria de esfuerzo se da por la debilidad de las estructuras que sostienen la uretra. Cuando está en unas etapas iniciales, es decir en grado I, se puede revertir 100% fortaleciendo estas estructuras de soporte, a través de rehabilitación de piso pélvico”, explica la fisioterapeuta.
Silva agrega que la incontinencia urinaria de esfuerzo también se puede mejorar a través de la terapia de ondas electromagnéticas con el uso de láser. Además, también se puede mejorar con la rehabilitación fisioterapéutica en consultorio, en la cual se usa electroestimulación, biofeedback, ejercicios guiado y conciencia de la musculatura abdominal profunda y del suelo pélvico.
De esta manera, la especialista afirma que la incontinencia urinaria de esfuerzo en grado I, sí se puede revertir. Además, agrega que la grado II puede mejorar muchísimo y hay casos de curación con terapias alternativas no quirúrgicas, como las mencionadas anteriormente.
Así que, para poder solucionar el problema de la incontinencia urinaria es necesario acudir al médico y buscar el apoyo de especialistas de diferentes áreas, como ginecólogos, fisioterapeutas y psicólogos, ya que en este padecimiento, el componente emocional y el cuidado de la autoestima son aspectos muy importantes para poder manejarlo de mejor manera.
La rehabilitación no solo trata la incontinencia sino que también mejora el placer sexual tanto para ti como para tu pareja y la lubricación vaginal. Toma en cuenta que a incontinencia de orina no se cura sola; como cualquier otra patología, necesita un buen diagnóstico y tratamiento.
Con información de Nova House
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