Sin importar los cambios que ocurran en el mundo a nivel político o social, la salud es y será una prioridad. En México, la obesidad es un problema grave de salud pública; es un factor de riesgo para más de 20 condiciones crónicas como enfermedades cardiacas, diabetes, hipertensión, dislipidemia, apnea del sueño, más de 19 tipos de cáncer para mujeres y 16 para hombres, y ahora, covid-19.

El sobrepeso puede dañar el sistema respiratorio y afectar la función inflamatoria e inmunológica. Esto puede agravar la respuesta de las personas a la infección y aumentar la vulnerabilidad a los síntomas graves de covid-19. 

“La obesidad debe ser vista como una enfermedad seria, crónica y de largo plazo; las personas que viven con esta enfermedad tienen el doble de probabilidades de ser hospitalizadas si la prueba es positiva para covid”, advierte el doctor Ricardo Luna, presidente de la Sociedad Mexicana de Obesidad (SMO).

México tiene una de las tasas más altas de sobrepeso y obesidad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el 73% de la población mexicana en riesgo. Además, el 34% de las personas que viven con obesidad sufren obesidad mórbida, que es el mayor grado de este padecimiento. 

La doctora Donna Ryan, expresidenta de la World Obesity Federation, señala:

De acuerdo con nuestras proyecciones, las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida en México en más de 4 años durante los próximos 30 años. Se trata de la mayor reducción proyectada entre los países de la OCDE. Pero lo más trágico es el crecimiento de la obesidad infantil, la cual se ha duplicado de 7.5% en 1996, a 15% en 2016. Se espera que la obesidad infantil aumente en un 60% en la próxima década, alcanzando los 250 millones en 2030 a nivel mundial.

Comprender el papel de la obesidad y la covid-19 debería ser una prioridad de salud pública, dada la alta prevalencia de esta condición en México. Tener un IMC de 30 o más aumenta el riesgo de que una persona desarrolle un caso grave de covid-19 en un 27%, mientras que un IMC de 40 o más, duplica el riesgo.  

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