El oído es uno de los sentidos del ser humano que completan la experiencia de vida. Es tanto placer ver el agua de un río correr como escucharlo. Pero no siempre se valora la salud auditiva y una vez que se daña, es para siempre. En México existen más de 2.4 millones de personas con problemas auditivos; esta es la cuarta discapacidad más común en México.
Es importante cuidar la salud auditiva y generar conciencia sobre la prevalencia de la pérdida de audición, la importancia del diagnóstico temprano y las medidas para encontrar la mejor solución auditiva en caso de requerirla.
"La detección es el primer paso para tratar la pérdida auditiva y las enfermedades del oído relacionadas con ella. El cribado clínico en momentos convenientes de la vida permite que estas afecciones se detecten en la etapa más temprana posible", comenta la doctora Jimena Atuán, soporte clínico de MED-EL.
¡No esperes hasta que sea demasiado tarde para empezar a cuidar tus oídos! Aquí hay algunas formas sencillas de proteger tus oídos y tu salud auditiva.
1. Usa tapones para los oídos u orejeras
Ante el ruido fuerte, es mejor tapar tus oídos. Utiliza tapones, y si puedes alejarte del ruido por 5 minutos para que tus oídos se recuperen, mejor. Y aunque en los conciertos no vas a querer tapar tus oídos, debes esperar 1 día para poder escuchar sonidos fuertes nuevamente, para que se recuperen.
2. No escuches música a un volumen muy alto
Cuando usas tus audífonos, debes poder escuchar ruidos externos y que las personas a tu alrededor no escuchen tu música, si no es así, estás abusando del volumen, que no debe superar el 60%. Tampoco es recomendable que los utilices más de 60 minutos al día.
3. Mantén el sonido lo más bajo posible en la televisión y la radio
El ruido a todo volumen hora tras hora nunca es bueno, y si tienes que gritar para hacerte oír, el volumen es demasiado alto. Una reducción sutil puede marcar la diferencia.
4. Evita la música fuerte en el auto
Es tentador escuchar tus canciones favoritas a todo volumen mientras conduces, pero no te excedas. El ruido en un espacio reducido ejerce una presión indebida sobre tus oídos.
5. No uses hisopos de algodón
Usarlos es muy común, pero no es recomendable. El cerumen o cera es normal y protege el oído, pues evita la entrada de polvo y partículas que pueden dañarlo. Insertar hisopos o pañuelos en el oído también puede dañar el tímpano. Si necesitas limpiar el exceso de cera puedes acudir con un especialista para una limpieza y puede recomendarte soluciones para hacerlo en casa.
6. Mantén el estrés bajo control
Los altos niveles de estrés y ansiedad ejercen presión sobre los nervios, el flujo sanguíneo y el calor corporal. Todos estos son desencadenantes del tinnitus (zumbido en los oídos). Así que trata de mantener la calma.
7. Seca muy bien tus oídos
Si no te secas los oídos correctamente después de ducharte o nadar, el exceso de humedad puede provocar la acumulación de bacterias y comprometer el canal auditivo. Drena tu oído al inclinar la cabeza hacia un lado si sientes residuos de agua y seca con una toalla suavemente.
8. Muévete
El ejercicio regular, como caminar, correr o andar en bicicleta, mantiene el bombeo de sangre, incluso hacia los oídos, lo que ayuda a que su funcionamiento interno se mantenga saludable y en buen estado.