La curandera María Sabina es uno de los grandes tesoros de la cultura mexicana del siglo XX, no sólo por sus conocimientos como curandera sino también por sus dotes como poeta o cantora de sus experiencias enteógenas. María Sabina se convirtió en la primera curandera de lo que podemos llamar "medicina psicodélica" en cobrar fama mundial luego de que el explorador, banquero y etnólogo Gordon Wasson la visitara en la Sierra Mazateca de Oaxaca en 1955.
Wasson y su esposa participaron en sus legendarias veladas y a partir de sus experiencias escribieron pioneros estudios que fueron clave en establecer nuevas líneas de investigación en la antropología y en la etnobotánica. Más tarde, Tim Leary, el principal promulgador de la "revolución psicodélica", también visitó a Sabina. Lo siguieron personajes como Dylan, Lennon y Keith Richards, al menos según los rumores.
Aunque es difícil saber bien a bien la lista de celebridades que la visitaron, Sabina se manifestó después en contra de la tendencia de la búsqueda espiritual a través de los hongos, pues creía que distorsionaba su trabajo. Los hongos para ella eran sobre todo medios para la sanación, no para el placer o la mera búsqueda espiritual (la cual estaba generalmente enmarcada en la cultural liberal hedonista).
Algunos de los cantos de María Sabina fueron grabados y contienen gran belleza y en ocasiones conocimientos prácticos. María Sabina, que aprendió sus dotes como curandera de los propios hongos y de la luz de la naturaleza (como le ocurrió a Paracelso), se asumía como parte integral de ésta, como un aspecto en el que la totalidad misma hablaba: "Soy la mujer constelación huarache, soy la mujer constelación bastón, soy la mujer estrella, Dios porque vengo recorriendo los lugares desde su origen", enunció.
Actualmente los hongos alucinógenos están viviendo un nuevo momento de esplendor en la medicina. Numerosos estudios han descubierto que tienen un enorme potencial médico. Esto es algo que María Sabina descubrió por cuenta propia. La curandera mazateca aprendió de ellos numerosos remedios y técnicas que pueden ser útiles para muchas personas. Algunos son expresados en este texto corto, ampliamente atribuido a María Sabina, la "abuela doctorcita" (aunque es difícil comprobar del todo su autoría). El texto ha sido difundido bajo el título "Tú eres la medicina" y parece encarnar la noción de que la naturaleza es un gabinete de maravillosos remedios si sabemos escucharla y dejarla trabajar:
Cúrate mijita, con la luz del sol y los rayos de la luna.
Con el sonido del río y la cascada.
Con el vaivén del mar y el aleteo de las aves.
Cúrate mijita, con las hojas de la menta y la hierbabuena, con el neem y el eucalipto.
Endúlzate con lavanda, romero y manzanilla.
Abrázate con el grano de cacao y un toque de canela.
Ponle amor al té en lugar de azúcar y tómalo mirando las estrellas.
Con los besos que te da el viento y los abrazos de la lluvia.
Hazte fuerte con los pies descalzos en la tierra y con todo lo que de ella nace.
Vuélvete cada día más lista haciendo caso a tu intuición, mirando el mundo con el ojito de tu frente.
¡Salta, baila, canta para que vivas más feliz!
Cúrate mijita, con amor bonito, y recuerda siempre… tú eres la medicina.
Contenido cortesía de Pijama Surf