En los días más oscuros pueden surgir sentimientos de inquietud y abatimiento, que van desde la ocasional "melancolía de invierno" hasta el trastorno afectivo estacional. Como la luz del día afecta tus ritmos internos, tu energía puede verse afectada cuando los días son más cortos. Sin embargo, hay actividades que puedes hacer para ayudar a equilibrarlo, principalmente para concentrar tu energía en los meses más fríos.
Conectarte con la tierra o hacer grounding, como se le conoce, es una actividad que puede ayudarte a sentirte mucho mejor, más equilibrado y en sintonía contigo mismo y tu entorno.
La mayoría de las sugerencias para hacer grounding apuntan a que coloques ambos pies descalzos sobre la tierra en el exterior, aunque también lo puedes jacer al interior de tu casa.
Hazlo preferiblemente en la mañana, de forma totalmente consciente, respira y siente la energía de la tierra que fluye hacia tu cuerpo.
A menudo, la necesidad de conectarte con la tierra es precedida por la ansiedad, el nerviosismo y el estrés. Respirar profundamente es una de las cosas más fáciles y rápidas que se pueden hacer para calmar el sistema nervioso y estar conectado a tierra.
Se ha demostrado que las prácticas de respiración tienen una variedad de beneficios, como una disminución de la sensación de agobio en tan sólo unos pocos momentos.
Hay varias maneras de hacer una meditación del Sol:
Abrígate (si es necesario) y sal unos minutos para estar de pie bajo la luz solar. Incluso si haces una pausa en el transcurso y desde el coche de camino al trabajo, puedes levantar la barbilla y dejar que el Sol te bañe.
Si tienes una ventana o un balcón que recibe la luz del Sol, déjate calentar por su luz para llevar calor y energía a tu cuerpo y espíritu. Toma descansos a lo largo del día para dejar que sus rayos te den en la cara de una manera u otra.
Recuerda que la vitamina D que te brinda la luz del Sol es esencial para tu bienestar físico y emocional.
Foto de portada: Clint McKoy / Unsplash